Sus padres (madre cantante de ópera y padre pianista) la entrenaron en la trashumancia. Tres años antes de su nacimiento, abandonaron su Albania natal para instalarse en París, Francia, donde no consiguieron trabajo y terminaron durmiendo en iglesias durante un año.
Gracias a un contacto que los ayudó con los papeles, decidieron que su próximo destino sería Estados Unidos, pero nada de Nueva York o Miami sino Milwaukee, en el corazón de la siempre helada Wisconsin.
Allí nació Amanda Ava Koci, que en seguida debió acostumbrarse a una infancia de mudanzas. La familia (compuesta también por su hermano mayor) pasó por Estados como Virginia, California, Carolina del Sur y nuevamente California, más precisamente Los Ángeles, donde la jovencísima Ava (nunca le gustó Amanda) empezó a delinear sus sueños de cantante como Ava Max.
Sí, tenía apenas 9 años cuando decidió que tenía que inscribirse en todo concurso de canto que viera. Los de Radio Disney fueron una constante pero también empezó a explorar, y mucho, Youtube, plataforma donde volcó sus primeros trabajos.
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Con el tiempo delineó su look (su corte de pelo “max cut”, es toda una marca de identidad) y conoció además a Cirkut, un productor canadiense famoso por sus trabajos con estrellas como Katy Perry, Britney Spears, Miley Cyrus, Jessie J y The Weeknd, entre otros.
Junto a él lanzó su primer gran éxito: Sweet but psycho, un super hit que desde 2018 no para de dar vueltas al mundo y que de hecho aún hoy es híper popular en la plataforma Tik Tok.
El tema encabezará, claro, el listado de su inminente primer álbum titulado Heaven & Hell que finalmente verá la luz el próximo 18 de septiembre a través de Warner Music. Desde Los Ángeles, nos atendió vía Zoom para hablar de ese esperado lanzamiento.
-En principio, ¿cómo están las cosas por allí? ¿Ya va tomando forma la “nueva normalidad”?
-Más o menos. Sí podemos salir, pero la mayoría de los lugares indoor siguen cerrados. Shoppings, bares, restaurantes… Aún falta bastante, creo, para la nueva normalidad…
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-¿Cómo es hacer música en este contexto?
-No es sencillo, pero siento que hoy en día la gente necesita de la música más que nunca. Al comienzo de la cuarentena, no estaba muy convencida de tocar ni de ensayar, pensaba que lo mejor era eso, darnos todos una pausa. Pero a medida que pasó el tiempo, creo que todos fuimos asimilando esa idea de que “esto es para largo”...
La pandemia no es algo que simplemente vaya a desaparecer de un día para otro. Es un proceso lento y mientras tanto hay que tratar de retomar nuestras vidas como esa. Y en eso, creo que la música puede ser un bálsamo para mucha gente.
-Como pasaste esa cuarentena inicial…
-Al principio fue muy difícil, el miedo nos había ganado todos. Fue una etapa en la que básicamente me dediqué a comer. Me hice experta en “eating my feelings away” (una expresión que sirve para describir la típica ansiedad oral)
-¿Sos muy ansiosa?
-Sí, muy. 100%. Y eso fue un desafío especial para esta era.
-¿Cómo definirías tu música?
-(Piensa) Creo que me gusta definirla en función de los otros, siento que es una música que empodera, que hace sentir cómoda y fuerte a la persona que la escucha. Me gusta pensar que es poder de inspiración es su principal característica
-¿Qué artistas tenés como referentes?
-Para mí Beyoncé es la número 1. Mariah Carey, lo he dicho en otras ocasiones, también fue muy importante. En cierto modo, ella fue la primera que me enseñó a cantar, cuando tenía 9 y 10 años no paraba de escucharla y de imitarla.
-¿Qué te sucede con Lady Gaga? Por todos lados puede leerse y escucharse que te comparan mucho con ella…
-La gente siempre compara… Aunque con una particularidad: la comparación siempre aparece con las artistas mujeres. Nunca con los hombres. Me encanta Lady Gaga, pero es extraño que solo comparen siempre a las mujeres.
-Hace un rato hablaste de empoderamiento. ¿Creés que estamos ante un momento especial para las artistas mujeres?
-Sí. Y lo bueno es que no solo hay cada vez más mujeres haciendo música, sino que también estamos creciendo en las esferas de decisión en la industria y eso es muy importante. Y no solo en este campo, ver mujeres políticas también me parece increíble.
El hecho de verla a Kamala (Harris, la compañera de fórmula de Joe Biden) el otro día (en la Convención Demócrata) me pareció algo espectacular.
-Al igual que vos, Kamala también es hija de inmigrantes. ¿Cómo recordás tu infancia?
-Fue una infancia extraña, para empezar porque tuve que viajar y mudarme muchas veces. Cambié muchas veces de escuela, pasé por escuelas privadas, públicas e incluso hice un año de educación a distancia… Como imaginarás, no pude crear demasiados lazos de amistad en esa época…
Fui una adolescente muy solitaria, para serte sincera. Es que cada año era diferente, al principio por mis padres y luego por mí misma, cuando empecé a perseguir este gran sueño de convertirme en cantante.
-Fue una epifanía realmente muy precoz. Descubriste qué querías hacer cuando la mayoría aún solo piensa en jugar y pasar el rato entre amigos…
-Sí, es una bendición y una maldición al mismo tiempo… (ríe).
-Otra vez la dualidad, un concepto que ya apareció en tu hit Sweet but Psycho y ahora en tu inminente álbum debut, Heaven & Hell.
-(Sonríe) Y también suelo sentirme rasgada (“torn” en inglés, título de una de sus más recientes canciones). Como verás, escribo bastante a partir de mis experiencias…
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-Tomando ese título prestado, ¿hoy te sentís más cerca del cielo (heaven) o del infierno (hell)?
-Al principio de esta terrible pandemia me sentía bastante oscura y taciturna, bien cerca del infierno, pero ahora me siento más optimista, más “celestial” si es que se puede decir algo así. Quizá sea el efecto del verano… (ríe).
-¿Conocés Albania?
-No… Iba a ir este vero pero, obviamente, se suspendió. El año pasado fue mi primer viaje a Europa, conocí varios lugares que me volvieron loca. Suecia, por ejemplo, me encantó, me parecía un sueño estar ahí.
Cuando estaba en Italia, en Milán, se sumaron mis padres a la gira y fue otro momento muy especial. Para ellos era la primera vez en Europa desde su partida en los 90… Fue realmente muy emocionante.
-¿Cuál es tu lugar en el mundo hoy?
-Los Ángeles. También guardo una gran recuerdo de toda mi etapa en Virginia, pero hoy en día mi vida está en Los Ángeles.
-Tenés planes de conocer América del Sur, Argentina quizá?
-Siii. Mi guitarrista, Nico (Aranda), es argentino y siempre me dice lo mismo: tenemos que ir para allá. Es curioso porque yo siempre le aconsejaba a todo el mundo lo mismo: “viajá, conocé el mundo”.
Hoy en día estamos todos como en un gran paréntesis y siento que eso es precisamente lo que más extraño. Me encanta escribir y hacer música, pero la sensación de estar de gira es única. -
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