Wednesday 26 de June de 2024

BELLEZA | 14-06-2024 08:02

Edadismo en la belleza: qué es y cómo nos afecta a las mujeres

Vivimos bajo el peso de prejuicios y uno de ellos es especialmente severo con las mujeres, el edadismo. ¿Qué es y cómo nos afecta? Muchos paradigmas están cambiando y es momento de sentirnos bien en cada etapa de la vida.

Cuando Pamela Anderson visitó el Paris Fashion Week desató un tsunami mediático. No fue su vestido de Victoria Beckham ni el traje sastre de The Row lo que llamó la atención, sino su aparición a cara lavada, sin una gota de maquillaje. “Hay belleza en la aceptación, la imperfección y el amor”, escribió en su Instagram. Jamie Lee Curtis le respondió: “libertad es belleza”. Una libertad sin artificios, que no quiere decir no cuidarse.


Y esta cruzada no es nueva. Desde hace un tiempo hay un concepto dando vueltas por el universo cosmético y es el anti edadismo. Pero, ¿a qué se refiere este término al que se le está dando batalla? A la forma de pensar (estereotipos), sentir (prejuicios) y actuar (discriminación) con respecto a los demás o a nosotros mismos por razones de la edad, según la Organización Mundial de la Salud.


Cuando el gerontólogo Robert Butler acuñó por primera vez el término edadismo en el Washington Post, en 1969, revolucionó a la comunidad médica y a la sociedad. “Existe un proceso de estereotipia y discriminación sistemática contra las personas por el hecho de ser `viejas`. Y a diferencia de cualquier otro tipo de discriminación, el edadismo nos afectará a todos, porque mientras estemos vivos cumplir años es inexorable”.


Siempre resultó difícil comprender que es necesario terminar con la división binaria del mundo entre jóvenes y personas mayores. “Además, es fundamental saber que esta negación defensiva encriptada en el estigma social afecta mucho más a las mujeres”, según la Asociación Americana de Psicólogos. Claro, fuimos y somos diana de un discurso contrario al paso del tiempo, relacionado con ser activas, atractivas y, por lo tanto, válidas. Se construyó un estereotipo de madurez asociado a lo improductivo, la enfermedad y el fin de la vida sexual, que no encaja para nada con este canon monolítico.

Edadismo
A sus 56 años, Pamela asegura que sigue gustándose tal y como es, sin fotografías retocadas.

Una cuestión de tiempo


La obsesión “anti edad” no es nueva. La escritora Doris Lessing recuperó textos de la poeta griega Safo del año 650 años a. C. en los que la autora ya delata esa obsesión de las altas cúpulas por contar con una diosa eternamente adolescente y encontrar el paradero de “la fuente de la juventud”.


¿Quiénes dieron con la ubicación exacta de las aguas rejuvenecedoras? Todos los que empezaron a cuidar la piel en 1990. Esta fue la década que oficializó la juventud como una virtud y no como otra etapa más de la vida. Tanto ruido hizo esta contienda anti edad que quedó enquistada en la sociedad alimentándose de un mundo aparentemente habitado sólo por adolescentes. La cosmética se convirtió en un huracán de cánones imposibles, sexualización y sesgos de género. “Hay que borrar las arrugas”, “deshacerse de la celulitis ya”, “levantar la papada”, “aparentar 10, 20 años menos”, proclamaban medios de comunicación y marcas de cosmética.

Edadismo
Sharon Stone, belleza natural.


“Quizás porque los avances dermatológicos llegaron de la mano de las modelos formato Victoria´s Secret, las dietas tóxicas y las cremas anti todo lo que tuviera que ver con los signos del paso del tiempo”, señala Frida Muntion, directora de Comunicación de la Clínica Dermatológica Internacional. Una tendencia dominante que ofrecía -y ofrece aún- una imagen de la felicidad y el bienestar asociados exclusivamente a la juventud.


Un ejemplo claro de esa manía quedó expuesto cuando la revista Allure realizó un sondeo, a fines de 1990, sobre la conciencia social sobre el daño del sol en la piel. La mayoría ya empezaba a preocuparse y ocuparse, pero no porque la radiación ultravioleta causa daños irreversibles en nuestro ADN y puede ocasionar cáncer; sino porque provoca un envejecimiento cutáneo prematuro. “No se trata de descuidar la epidermis, sino todo lo contrario. La meta es sentirnos a gusto con nuestro propio cuerpo y tratar de lucir bien a cualquier edad, porque a nosotros nos provoca una gratificación. Sólo que hay una delgada línea en la manera que se convive hoy con ambos criterios, el de ocuparnos de la piel y obsesionarnos con aparentar una edad que ya vivimos”, según la activista contra el ageism Ashton Applewhite. La ensayista estadounidense opina que: “ningún prejuicio es racional, pero el edadismo lo tenemos internalizado. Somos cómplices de nuestra propia marginalización”.  

Edadismo
Cecilia Dopazo es actriz de cine, teatro y televisión, y también se adentró como directora, productora y guionista.

Revisando estigmas


“Mientras los hombres maduran, las mujeres envejecen”, escribió Susan Sontag para graficar el doble estándar imperante. Y Applewhite coincide en que el problema no derivó de la evolución dermatológica, sino de la construcción cultural de un discurso atravesado en gran parte por el sexismo.


Sin embargo, las primeras voces mediáticas contra los estereotipos no sólo fueron femeninas. En 2009, Andreas Lebert, el director de Brigitte, la revista más vendida de Alemania, anunció que dejaría de retocar a las modelos con Photoshop y además iba a trabajar con cuerpos reales: “Nosotros hacemos una revista para mujeres que son como son y no como otros quisieran que fuesen”, escribió Lebert.
Allure anunció en 2017: “No volveremos a usar el término anti edad”, reconociendo que el envejecimiento es algo que debe ser aceptado y apreciado, no como si fuera una condición que disminuye la belleza.
Lo interesante es que en esa instancia era impensado que Pamela Anderson decidiera dejar de maquillarse para mostrar su piel tal cual es. O que Jane Fonda, Katie Holmes o Sharon Stone dejaran de teñir sus canas, abrazando el Body Positive y los procesos naturales de la vida.

Edadismo
En su última película, la actriz británica Emma Thompson ofrece su cuerpo desnudo, sin cirugías, con las marcas propias del paso del tiempo.


Si bien en Argentina el “aspectismo” siempre fue mucho menos discutido que otras formas de discriminación, las marcas de belleza tomaron nota y entendieron que hay vida después de Bella Hadid a los 19 años. Natura fue la primera en deshacerse del discurso enquistado, reemplazando en sus tratamientos el término “anti arrugas”, por “anti señales”. Como si fuera poco, promocionando este gran cambio en pleno San Pablo Fashion Week. Que una marca moderna y alineada con las tendencias dejara de insistir en pleno año 2000, que es cool borrar cualquier línea de expresión y parecer más joven que Barbie Malibú, fue una revolución.


No significa que el mundo entero abrazara de pronto la aceptación de la longevidad. Recién en 2023 la RAE incorporó a sus páginas el edadismo como “discriminación por razón de edad, especialmente de las personas mayores o ancianas”.
Rachel Strugatz, de Business of Fashion, es escéptica. “Los medios y las marcas dan un giro positivo a la longevidad con términos como ‘pro-envejecimiento’. Excepto que nada cambió realmente”, escribió.
Se refiere específicamente a los números que arrojan las encuestas sobre este tema. El 20% de los adultos post 40 años se auto percibe más joven, de acuerdo a un informe de Psychonomic Bulletin & Review. “Muchas marcas están dando un giro hacia la aceptación y el cuidado sin caer en postulados pro juventud con una onda expansiva que altere nuestra percepción de la belleza, pero eso no significa que la publicidad del perfume de moda la protagonice una mujer de 50, sin photoshop y que no sea famosa. Eso no es otra cosa más que marketing”, explica


“Frente al otro, lo primero que evaluamos son los defectos. Como si estuviéramos programados para buscar el sentido de la inadecuación”, dice la filósofa Maura Gancitano.
El aspecto siempre está lidiando con impulsos, reacciones de atracción o repulsión, a lo que se suma la ecualización del género. A Madonna se la crítica porque se viste y maquilla como se le da la gana, pero un rockero cualquiera es un ídolo si hace lo mismo.
¿La vieron alguna vez a Paddy Jones? Es bailarina de salsa acrobática y a los 80 entró, por varias razones, al libro Guinness. Todavía alienta a sus pares a tirar el bastón y sentirse feliz con el propio cuerpo más allá de cualquier estigma.
Puede que cueste amigarse con la edad cronológica, pero no es imposible. Ad portas de una ruptura en los cánones, las reglas están cambiando y prometen una revisión sobre el activismo anti edad. Los tiempos traen nuevas perspectivas y la sociedad continúa realizando un ajuste de cuentas sobre la positividad corporal. Todos los pequeños cambios provenientes de voces influyentes allanaron el camino para purgar la fiscalización tanto por la propia edad como por la de los otros.

at María Molina

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