Generación silver: la reinvención del deseo, el sexo y el erotismo en la madurez

La vida de las personas se extendió y las mujeres viven cada vez más tiempo en plenitud. En Argentina la longevidad alcanza un promedio de vida de 78 años en 2023 y los índices predicen un aumento de hasta 84 años hacia 2024. Eso, contando hombres y mujeres, aunque ellas suelen vivir 5 años más que ellos como tendencia. 
Estas cifras representan además un incremento creciente desde el 2000 y la mayor cifra de América, según la Organización Mundial de la Salud. 

Los productos culturales reflejan éste fenómeno: el arte y otras expresiones masivas que componen los relatos con los que “nos pensamos“ como sociedad dan cuenta de un cambio. 
Por eso, no es casual que la industria cultural ponga en foco el tema de la madurez vinculada al sexo, el placer y la sensualidad. Buena suerte, Leo grande, protagonizada por Emma Thompson en Netflix es solo un brillante ejemplo. Jane Fonda, otro ícono de Hollywood, fue pionera en 2017 en pedir públicamente que el cine contara historias de amor, sexo y deseo con mujeres mayores como protagonistas. 

En Argentina, la recientemente estrenada película Norma -que tiene como actriz principal a Mercedes Morán- trata, entre otras cuestiones vinculadas a la madurez femenina, la ilusión por el deseo y el placer. O mismo Unicornio, protagonizada por Nancy Dupláa. 

Y es que “los 50 de ahora no son los 50 de antes”. Ni los 60, ni los 70 ¡Tampoco los 80 y 90! Más allá de las estadísticas, expertos, sexólogos y divulgadores señalan que son cada vez esta etapa se puede vivir en plenitud si cambia la perspectiva y se aborda desde una estrategia integral lo que necesita cada mujer, que con una energía diferente se descubren potentes y dueñas de su rumbo a partir de la experiencia. 

Más sabias que cuando tenían 20 y eran “una bomba de hormonas”, muchas redescubren la sexualidad y se revelan con alegría contra la concepción edadista que sienten autolimitante.
Para los expertos, esta actitud que se expande no se traduce en negar el cambio que trae este momento de la vida, marcado en las mujeres por la menopausia. 

Significa entender que la información y dar con el especialista adecuado es clave para vivir esta etapa en la que ellas se van sintiendo más protagonistas que nunca. Pues a la luz del feminismo y sus ondas expansivas, las mujeres tienen cada vez más claro que el deseo femenino es un tema históricamente silenciado, que siempre el sexo estuvo representado como materia ligada a la etapa reproductiva, a la juventud y que hay buena parte del “cuentito“ que no les contaron. 

Más sabias que cuando tenían 20 y eran una bomba de hormonas, redescubren la sexualidad y se revelan con alegría contra la concepción edadista que sienten autolimitante.

La sexualidad ligada a la juventud y el contradiscurso

Por todo esto hay un choque de fuerzas. El fenómeno de las mujeres que se sienten llenas de proyectos vitales al cumplir 50, 60 y más años colisiona de frente con los prejuicios y el imaginario colectivo que vincula cierta edad al “envejecimiento y el deterioro”, casi como una sola cosa.

El resultado es un movimiento lento pero imparable. En donde estas narrativas novedosas, tanto en la cultura como en la ciencia y otros ámbitos, florecen, aunque todavía son incipientes. 
“La sociedad necesita nuevas concepciones, modelos estéticos, literarios y expresivos en general que den cuenta de la potencia y el deseo, también en la madurez. Necesita, sobre todo, información para vivir placenteramente unos 40 años más en muchos casos”, afirma Flora Proverbio. 

Flora es influencer silver - si vale el término, pues está casi todo por inventarse-, divulgadora, autora del libro Triángulos Plateados: Inteligencia Sexual Para Vivir El Deseo En La Madurez y activista de lo que ella llama “longevidad positiva”. 

Mitos, prejuicios y desafíos: “joven” no es un halago

-Escena 1: Una mujer con aspecto de estar en sus 60 largos me dice “una mujer de mi edad, que ya pasó los 60…” con este recurso evita decirme que está cerca de los 70, porque a su entender cumplir años le quita valor”. 
-Escena 2: Estoy con un amiga y en el cine nos encontramos, de casualidad, con mi tía quien en la conversación desliza que tiene 79 años. Mi acompañante, en piloto automático, acota: ¨¿En serio? ¡Yo te daba mucho menos!”. Mi tía sonríe triunfante“.
-Escena 3: Reunión de compañeras del secundario egresadas en 1977. Cuando Claudia saluda a Viviana le dice: “Estás igual, parecés de 20”. La misma sonrisa triunfante aparece en el rostro de Vivi”.

Las anécdotas son de Flora Proverbio, que se pregunta: “¿Por qué sentimos que el envejecer nos hace inadecuados? ¿Por qué parecer (o creer que parecemos) más jóvenes nos da seguridad? ¿Por qué (sobre todo para las mujeres) la idea de belleza está tan ligada a un aspecto juvenil?”.

La vergüenza de envejecer se nutre de una cultura que vincula y enaltece la juventud por sobre todo lo demás y de nosotras mismas comprando esos clichés y estereotipos. 
Flora asegura que el “parecés más joven” no debería ser un elogio, porque es una forma de desvalorizar, descalificar y deslegitimar la persona en la que nos hemos convertido. 

Entonces es así cuando la divulgadora marca dos conceptos sobre los que gira su reciente libro: pues es entonces esto es una oportunidad para “llenar de contenido”, buscar nuevas palabras, nuevas imágenes, nuevos adjetivos, nuevas definiciones esta etapa de la vida que denomina como un “bonus track”. 
“La invitación es a desafiar esas nociones instaladas que nos niegan la posibilidad de sentirnos bellas todas la vida. Encontrar satisfacción en quienes somos luego de lo que recorrimos. A poder sabernos adecuadas con nuestros cuerpos y nuestras caras que muestran quiénes somos y lo experimentado. Es reflexionar acerca de cómo usamos joven y pensar que buscamos significar en realidad. A tirar el viejismo por la ventana y a redefinir cómo nos nombramos y pensamos”.

“La invitación es a desafiar esas nociones instaladas que nos niegan la posibilidad de sentirnos bellas todas la vida“.

Deseo femenino

Seguir disfrutando de la vida sexual toda la vida no solamente es posible sino que es saludable y beneficioso. Con menos prejuicios a cuestas y desandando mitos, estas nuevas generaciones de mujeres +50 están dispuestas a librarse de mordazas, presiones sociales y mitos para aprender a conectar con su pulsión sexual. 

Claudia Marchitellli, jefa de Ginecología del Hospital Italiano, señala que no obstante faltan especialistas con esta perspectiva y sobra demanda de información. Conectar a las mujeres con una visión profesional que las acompañe a adueñarse del deseo y no creer que son “normales“ condiciones patológicas que tienen tratamiento es el primer paso. 
Para esto, recomienda la auto exploración, la búsqueda de información con profesionales afines a sus inquietudes y apuntar a que la paciente sepa que el sexo no debe doler, que los cambios de su cuerpo se pueden abordar con distintas estrategias para no padecer en absoluto el cambio y seguir viviendo de forma intensa.

Es decir, otra invitación para ejercer el poder con el plus de la experiencia de la madurez. Proverbio habla de “inteligencia sexual”, una dimensión clave de su concepto de longevidad positiva, y da muchos tips en su libro para poner en práctica. 

La menopausia no es pausa

Fue esa la idea disparadora, justamente, de la webapp No Pausa. Todo empezó en 2019 con una idea de Miriam De Paoli secundada por Milagros Lirpach para compartir la información que a ella le faltó en su recorrido cuando comenzó con síntomas que no comprendía y que nadie le había explicado. Pero sobre todo, que ningún médico detectó como correspondientes a la etapa de la madurez. Pronto, su comunidad creció en varios países de Latinoamérica y demandó soluciones: así se convirtió en mucho más. 
Hoy con cursos y productos digitales como Menocheck, una hoja de ruta personalizada según las inquietudes de cada mujer, ayuda a miles de mujeres a vivir la menopausia sin detener la marcha de sus vidas y proyectos, usando la información a su favor. 

Cuerpo invisibles y placeres negados

Eve Grynberg es fotógrafa y descubrió una faceta nueva en profesión: el retrato de mujeres maduras capturando con su ojo clínico experiencia y sensualidad a la vez. Su trabajo, prolífico e inspirador, es justamente parte de estas nuevas narrativas que nacen a la luz del fenómeno de las mujeres +50 +60 +70 y más rompiendo barreras. Varios de los retratos se exhiben en “Fabulosas“ (la próxima se hará en marzo de 2024): una exposición que es mucho más, pues está acompañada de charlas, talleres y arte visual a cargo de Verónica Martínez Castro bajo la misma temática. El despliegue visual, tan auténtico como bello, deja testimonio de que los cuerpos de las mujeres son invisibilizados a partir de cierta edad y la importancia de esta recuperación para ir en busca del placer, la sensualidad y el deseo ¡toda la vida!

FOTOS: EVE GRYNBERG. 

at Malen Lesser

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