La cultura japonesa propone tres hábitos infalibles que deberías incorporar para ser feliz

En la cultura japonesa existen tres conceptos clave de sabiduría vital, cuya puesta en práctica aseguran que contribuye a sus habitantes a acercarse a la felicidad. Se trata de el Ikigai, el meraki y el kaizen; y te contamos cómo incorporarlos a tu vida para ser una persona más feliz.

El manual japonés de la felicidad no cuenta con un texto plasmado en papel, pero hace milenios que se transmite de generación en generación. Dentro de sus costumbres y hábitos se encuentran estos tres que permiten encontrar la alegría en la cosas cotidianas y encaminarse paso a paso a la felicidad.

Los 3 hábitos japoneses para ser felices

Los conceptos son tres y claves: el Ikigai, que es el sentido de la vida que debemos encontrar; el Meraki, el cual se centra en realizar cada acción de manera creativa y apasionada; y el Kaizen, que implica aprender a mejorar de manera continua la vida a través de pequeños pasos. 

Otras prácticas que convierten año a Japón en uno de los 10 países más felices del mundo, según el World Happiness Report de 2023, es la práctica de manera oficial del Shinrin-Yoku, una práctica que invita a regresar a la naturaleza para recargar energías y encontrar el bienestar. También aplican como nación el Inemuri, la siesta japonesa, enfocada en reducir el estrés de una sociedad hiperactiva. 

1. Práctica diaria del Shinrin-Yoku

La idea de este arte es llevar a las personas a que paseen rodeadas de naturaleza, con el objetivo de estimular sus sentidos. También son llamados "baños de bosque" y es una tendencia que se impuso hace años para mejorar la salud física y mental, mejorando el sistema inmunológico como consecuencia. Los japoneses insisten en que pasar un tiempo en contacto con la naturaleza permite poner la mente en calma y alegrar el espíritu.

¿Cómo practicar el Shirin-Yoku?

 Si sos de las personas que viven en una ciudad, la mejor opción es buscar un parque o plaza cercana a tu casa o a tu lugar de trabjajo. La idea es que el baño de bosque se realice de forma conciente, activando los sentidos uno a uno y sin distracciones como el celular y evitando caer en las preocupaciones diarias. La idea es que este momento de felicidad sea disfrutado ciento por ciento. 

2. No hay felicidad sin Ikigai

Conocer el propósito en la vida es lo que engloba el ikigai, uno de los conceptos más profundos de la cultura japonesa y un punto indispensable para alcanzar la felicidad. Este implica un equilibrio entre la vocación, el propósito, la profesión y los que nos da alegría, a la par de hacer algo que genere impacto y contirbuya a mejorar el bienestar general.

¿Cómo practicar el Ikigai? 

Lograrlo no es algo sencillo y puede ser un objetivo que ocupe gran parte de tu vida, pero tenerlo siempre en mente para encarar tu camino personal contribuirá a encontrar la felicidad.

 Frances Miralles y Héctor García, autores del libro Ikigai: los secretos de Japón para una vida larga y feliz (Ed. Urano), explican que el Ikigai es un conjunto de prácticas, pero lo resument así: "Todo el mundo tiene algo que le apasiona y le da la vida, sólo tienes que atender las señales, escucharte, hacer un poco de introspección y seguir el camino".

3. Presencia constante del Omotenashi

Este concepto es el de hospitalidad japonesa e implica una actitud de vida. El Omotenashi lleva a quienes lo practican a la búsqueda por satisfacer a otros y mientras tanto, ser más felices.

Se trata de un culto al servicio que marca a la sociedad japones y al deseo de mantener la armonía social y evitar el posible conflicto entre personas. Dentro de esta práctica para la vida, entra también en juego el bushido, código de los samuráis, que radica en torno a ser compasivo y tener respeto hacia los enemigos, el honor y la disciplina.

¿Cómo practicar el Omotenashi? 

En una sociedad marcada por el conflicto y el enfrentamiento, puede no ser sencillo practicar el Omotenashi, pero aplicar la amabilidad en el día a día es fuente de felicidad. La gentileza genera un efecto de onda expansiva en quienes nos rodean y contribuye a mejorar el temple de quienes lo practican y lo reciben.