Para Harvard, el desarrollo intelectual es la clave de la felicidad

Tal Ben-Shahar, profesor de Psicología Positiva en la Universidad de Harvard, es el autor del libro "Más feliz, a pesar de todo. Cultivar la esperanza, la resiliencia y el propósito en tiempos difíciles". En este trabajo, basado en conceptos de  psicología positiva, el autor destaca la importancia de potenciar el desarrollo intelectual, cultivando la curiosidad y el deseo de aprender, para alcanzar la felicidad. 

Ben-Shahar explica el poder que cada persona tiene en la construcción de su propia felicidad y establece que para alcanzarla hay que cultivar el bienestar espiritual, el físico, el relacional, emocional e intelectual. El profesor dedica un apartado especial a este último, ligado a la curiosidad y el deseo de expandir los conocimientos acerca del mundo que nos rodea. Según el Centro de Bienestar y Promoción de la Salud de Harvard, el bienestar intelectual aporta beneficios importantísimos como mejor cognición, concentración y memoria, un desarrollo del razonamiento y  permite que la vida se vuelva más estimulante. 

Cómo potenciar el desarrollo intelectual para ser más feliz

 El autor de "Más feliz, a pesar de todo..." explica que para favorecer el desarrollo intelectual es indispensable dar lugar a la curiosidad innata que todos los humanos tienen por aprender y conocer.  En su trabajo 'La ciencia de las habilidades', expertos de la ONU concluyeron que  las personas curiosas aprenden mejor y más rápido, mejoran su memoria, desarrollan mejor sus conexiones neuronales y tienen generan mejores relaciones interpersonales. “​​La curiosidad es clave para el crecimiento personal, el pensamiento crítico, la toma de decisiones eficaz y la felicidad, incluida la vida social e íntima", aseguran. 

Esa característica permitirá que el proceso de aprendizaje no se viva como una pesada obligación, ya que ayuda a adquirir conocimientos casi sin darse cuenta. El simple hecho de acceder a información novedosa activa el sistema de recompensa y produce una movilización de dopamina, neurotransmisor relacionado al amor y la felicidad.  

Emrah Düzel, del Instituto de Neurociencia Cognitiva del University College de Londres, realizó un experimento para evaluar si el cerebro prefiere nuevos estímulos o los familiares. Gracias a este trabajo, llegó a la conclusión que si el cerebro aprende algo nuevo el placer es mayor al de probar chocolate.

Para Ben-Shahar, hay que “dejar a un lado la falsa creencia de que tal vez tu llama de la curiosidad se haya extinguido”. Y destaca que lo importante es descubrir qué es lo que interesa aprender y de qué forma lograrlo. Una vez identificado, es necesario aplicar lo que él denomina como "aprendizaje profundo". Esto implica el dedicar todo el tiempo posible a ahondar en esa área o tema de interés, hasta lograr la satisfacción por lo aprendido. 

Aceptar la posibilidad de equivocarse

El profesor de Harvard asegura que es importante estar dispuestos y abiertos a cometer errores y evitar que estos generen frustaciones irreparables. “Cuando aprendemos a aceptar los errores y los reconocemos como algo vital en lugar de algo que hay que temer, estamos listos para alcanzar nuevos logros”. Encontrar el disfrute en esas equivocaciones, es una clara señal de un paso seguro hacia la construcción de la felicidad. 

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