Actualmente radicada en Los Ángeles, California, Leonor Varela creció en París para luego mudarse a Nueva York y Los Ángeles, lugar donde cobró notoriedad en Hollywood, gracias al papel protagónico de la icónica película Cleopatra, para luego seguir con filmes como Blade 2, Where God left his Shoes, Americano y Voces inocentes, entre otras. En televisión, actuó en destacadas series como Arrested development y Dallas.
Activista humanitaria y ambientalista por naturaleza, hoy nos abre su espacio personal para contarnos todo sobre su cuidado, la alimentación consciente y el trabajo de las emociones. Además, nos habla de esta pandemia y del lanzamiento, a dos años de la partida de su hijo Matteo, de su muy personal libro "Ir al cielo y volver".
Tiempo de cuarentena
-¿Cómo has estado viviendo los cambios de nuestro mundo en torno al COVID-19?
-Hoy en día con lo que estamos viviendo a nivel mundial con el COVID-19, cuido de no angustiarme más de la cuenta y de no caer en el miedo. Es muy fácil caer en esa sensación angustiosa debido a la incertidumbre y quedarnos pegados ahí. Por supuesto que a veces me pasa igual ¡Pero trato de salir rápidamente de ahí!
Pasamos más de tres meses en cuarentena total en nuestro departamento de Los Ángeles y ahora las cosas se han abierto bastante, pero la situación esta álgida. Lejos de estar resuelta. Este tiempo me ha servido más que nada para tratar de vivir lo más posible en el presente: una gran batalla que tenemos los seres humanos: la de no estar en los recuerdos del pasado, ni en las angustias del futuro, sino vivir el presente, en el aquí y ahora.
-¿Y cómo aplicás el vivir el presente en tu día a día?
-En mi casa las relaciones las percibo a diario; cuando me levanto observo nuestros estados y me pregunto ¿Qué ingredientes necesitan hoy nuestras relaciones familiares? Quizás sea el ser más observadora, dar más cariño, mimar o abrirme a la compasión…
Por ahí, más paciencia o al contrario más disciplina y empuje. Así y en base a eso, yo me voy ajustando a la relación conmigo misma, mi hija y mi marido todos los días. En concreto, cada relación va pidiendo que uno evolucione momento a momento, día a día…
Ya sea como pareja, los dos como padres, como familia y por supuesto conmigo misma. Y en tiempos tan inciertos como los que nos toca vivir, siento que es la única cosa pragmática y real que puedo hacer para que mi salud mental este integra.
PH adecuado, yoga y ducha fría
-Debido a la pandemia es más importante que nunca fortalecer el sistema inmune. ¿De qué manera has reforzado tu sistema inmunológico y el de tu familia?
-Esto se puede lograr con gestos tangibles, principalmente la alimentación, no olvidando que en un porcentaje no menor influyen nuestras emociones. Nuestro sistema inmune nace de nuestra zona central, donde se encuentran nuestros órganos, y sobre todo en nuestro “terreno interno” (internal milieu), el plasma de nuestro cuerpo.
La vitamina C viene siendo de primera línea de defensa de nuestro sistema inmune. Otra cosa que casi todo el mundo debería tomar son los prebióticos, es un suplemento maravilloso para el cuerpo.
También existe una gran variedad de “súper alimentos” que fortalecen el sistema inmune, por ejemplo, el mundo de las setas (Lion’s Mane, Reishi, etc). Y las hierbas naturales como Ashwaganda, Echinacea, Golden seal, o Elderberry que fortalecen también el sistema inmune.
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Uno de los otros factores principales es cuidar el PH del cuerpo. Por ejemplo el azúcar se transforma en ácido fácilmente, por eso evito el consumo de azúcar refinada, pero como somos golosos en mi casa preparo postres endulzados con dátiles, azúcar de coco, miel o jarabe de maple que son naturales
Asimismo, las cosas fritas generan acidez en el PH. Por lo mismo es ideal no ponernos ácidos y estar más bien alcalinos.
La hidratación correcta también es un factor determinante en nuestra salud, esto todo los sabemos
¿Pero realmente tomamos suficiente agua? El ideal es tomar al menos 2 litros, ojalá 3 o 4 de agua alcalina. No todas las aguas son iguales, hay que buscar aguas de PH 7-9,5. Nosotros tenemos un buen filtro que modifica el agua de la llave (canilla). Esto para mi es importante porque así no consumimos plástico al comprar agua embotellada todos los días.
-¿Qué prácticas de auto cuidado durante el aislamiento recomiendas?
-Yo me mantengo activa, es muy importante para mi mover el cuerpo. Trato de hacer por lo menos 5 veces por semana: Ahora que todo está más “abierto” puedo salir a subir un cerro un día, otro día, que era lo que más hacia en cuarentena, hago The Class desde la App, o una clase por zoom con mi grupo de amigas y nuestra profe favorita Malu, del estudio MaluPérez en Chile, o una clase de yoga on line desde le portal de Yoga Works.
Hace 25 años que practico de forma regular el yoga y me encanta. Me permite conectar conmigo misma, y cultivar mi espacio personal. ¡Lo más importante es moverse! Sola o con amigas, pero haciendo algo que te guste así las energías del cuerpo no se estancan. También puedo recomendar una nueva costumbre saludable que he empezado en cuarentena: me baño con agua fría todos los días después de mi ducha tibia. Lo puedes implementar gradualmente: Primero 1 minuto, luego 2 y ojalá llegar hasta 3 minutos. Es muy bueno para el sistema inmune y el sistema cardiovascular. También es una forma de salir de la zona de confort y ver que puedes controlar tu respiración a pesar del desafío.
-Hace 25 años que prácticas yoga ¿Qué tan importante es practicar la meditación?
-Muy importante, quizás la práctica más importante de todas las que mencioné, es la meditación. Me levanto más temprano que mi familia para tener ese espacio tranquilo y el silencio que me gusta para hace mimediación transcendental. Reconozco que es muy difícil estar quietay en silencio. Mi cabeza es muy activa, pero aceptar eso y observarlo sin reaccionar es parte de mi trabajo. Mi mente nunca está en blanco… Pero a veces surgen momentos de perderse en el infinito, donde encuentro mucha paz. Hay que ser perseverante y constante,y saber que la practica lo vuelve un poco más fácil.
Una alimentación variada y saludable
-Hace un rato me comentabas sobre la capacidad de prestar atención plena al momento presente ¿Esto lo aplicás en tu alimentación?
-Así de es, de hecho es muy importante lograr la capacidad de prestar atención a lo que comemos. Si bien no soy vegetariana, ya que en nuestra dieta está incluída la proteína animal. ¡Estoy casada con un argentino, así que imagínate!
Nosotros nos preocupamos de comer proteína animal limpia, es decir su fuente no puede ser industrial. ¡Prefiero no comer! Por ejemplo, no compramos carne si la vaca no ha pastado al aire libre y si contiene antibióticos, tampoco comemos pollo de batería, ni salmón de cultivo, y solo comemos huevos de gallinas de campo. Me encantaría ser vegana pero mi cuerpo me pide proteína animal algunas veces a la semana; la consumo con parsimonia y mi marido más a menudo. Sé que hay cuerpos que funcionan mejor con una dieta vegana, yo lo he probado y desgraciadamente no me sienta bien.
-¿Qué tan importante es el proceso animal y el consumo de proteína animal limpia?
-No solamente se tiene en cuenta la emoción del animal y de cómo lo mataron, sino que también la alimentación que tuvo. Por ejemplo, si una vaca come maíz y trigo o un pescado come otra cosa que su alimento natural, estás jugando con el orden natural de las cosas. Y eso nunca da buenos resultados. La naturaleza es sabia y hay que respetarla.
Ni hablar del uso indiscriminado de antibióticos en los animales de batería que luego terminan en nuestros cuerpos y nos afectan con todo tipo de consecuencias… Además, está el alto impacto ambiental de estas industrias que producen mucho CO2, consumen mucha agua y ensucian mucha agua más.
Las salmoneras del sur de mi país (Chile), son otro ejemplo pues destruyen los fondos marinos de manera radical, creando un ecosistema cero. Por todas estas razones, me gusta mantenerme al margen de la producción de proteína animal industrial.
El dolor más grande
-Contanos sobre tu experiencia como mamá y sobre tu libro “Ir al Cielo y Volver. Mi camino con Matteo”.
-Amo ser mamá. Ser mamá me cambió la vida para mejor. En mi caso, me llevo a vivir altos y bajos extremos, cosas tan desafiantes y lindas a la vez. Tuve a mi primer hijo Matteo al poco tiempo de conocer a mi marido. Pero nuestra historia no fue fácil pues a los 4 meses lo diagnosticaron con una enfermedad genética degenerativa, llamada Leukodystrofia AGS y le dieron uno o dos años de vida.
Pero yo nunca acepté ese diagnóstico como una fatalidad y juntos disfrutamos y luchamos de 6 hermosos y duros años. Mi hijo era sabio y puro, como pocos seres en este mundo y me regalo un poco de esa sabiduría al pasar por mi vida.
Matteo falleció en la paz de nuestro hogar, en nuestros brazos hace un año y ocho meses. Por supuesto ha sido muy doloroso y ha marcado nuestras vidas para siempre. Hay un antes y un después.
Todo cambio desde que el se fue del otro lado del velo. Para poder sanar y transitar ese dolor y ese amor inmenso que nos une aún, me tomé 2 años para escribir un libro que se llama “Ir al Cielo y Volver. Mi camino con Matteo” que lanzaremos en septiembre en Chile y en octubre en Estados Unidos junto a la editorial Vergara (de Penguin Random House. A partir de este mes el libro estará disponible en Falabella, Busca Libre, Librería Antartica, Feria Chilena del Libro, Bros, Ebook en Amazon).
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Y ahora justo me encuentro grabando el audio libro, que también estará disponible en todo Latinoamérica con mi voz. Esta experiencia tan fuerte me ha impulsado a compartir a corazón abierto y eso es lo que más deseo, pues creo que hace falta ser vulnerables, unirnos, apoyarnos y escucharnos.
Quiero compartir para que otros puedan sentirse menos solos, o pueden reconocer su pérdida en la mía, y encontrar un camino de sanación.
Quizás también porque eso le da un sentido a la ausencia de mi hijo en mi vida. Aún me falta mucho por resolver y sanar, pero tengo algunas cosas muy claras y una de ellas es que lo que más me importa y me motiva en la vida, es compartir con autenticidad y vulnerabilidad con el mundo. El resto no hace falta.
Volver a actuar
Y por último, como actriz, ¿qué proyectos se encuentran en proceso?
-La pandemia me agarro en Italia terminando un rodaje con Eva Longoria para un largometraje ¡Apenas alcancé a volver a Los Ángeles antes que se cerrara todo! Ahora es imposible proyectarse, mi industria esta muy afectada.
Como actriz, tengo tres películas consolidadas con sus guiones y otras dos series de tv más en desarrollo con estudios ¿Cuándo se van a filmar? nadie lo sabe. Por supuesto me encantaría poder hacerlos, pero confío que se harán cuando sea el momento adecuado.
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-¿Y cuál es tu relación con redes sociales?
-He desarrollado un espacio de conexión genuina con la gente en mis redes sociales:
Mi Instagram (@la_leovarela) y mi FB (@leonorvarela) me conectan con mis seguidores de forma cercana y eso me gusta harto. Porque compartir me hace bien. Por eso decidí hacer varios IG LIVE los viernes en la tarde por mi Instagram y he podido tener invitados que suman contenido positivo, que informan, que inspiran.
Es importante tomarnos una pausa para hablar de temas de salud mental y espiritual, belleza, del medio ambiente. La maternidad es otro tema que me importa mucho y que toma un gran lugar en mi vida y en mis redes.
Mi hija Luna tiene 5 años, y ha disfrutado mucho no ir a la escuela y estar todo el tiempo con sus papás. Nosotros no tenemos ayuda, ni familia cerca, así que nos turnamos con mi marido. Es un desafío encontrar horas para ser productivos, sobre todo porque ambos somos freelancers ¡pues ella exige mucho y deja poco tiempo libre! pero la verdad es que esta experiencia de estar tanto juntos es insuperable. Me hace crecer mucho como persona ¡Los niños son mágicos! -
Créditos:
Fotos: Javiera Eyzaguirre
Estilismo: Gaby Cordero
Maquillaje: Raul Flores
at Marcela Mayorga
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