Ser una persona considerada, que siempre está dispuesta a ayudar a los demás y está a disposición, es un rasgo considerado como positivo. Pero el problema surge cuando tendés a anteponer las necesidades de los otros a las tuyas y te convertis en una people pleaser (quien siempre complacer a los otros). Descubrio y aprendé a decir no cuando sea necesario para cuidar tu salud mental.
Primero, ¿qué es ser people pleaser?
Son aquellas personas que siempre intentan contentar a los demás, incluso a costa de sus propios deseos o necesidades. La razón detrás de esta característica es la de ser queridas y aceptadas por todos. Esas personas creen que al decir si a todo logran conexiones reales con quienes la rodean.
A la larga, estas decisiones contrarias a su voluntad o a sus capacidades de resolución terminan afectando a las people pleaser y llegan a un punto en el que si se cruzan con las personas incorrectas puede jugar en su contra.

Si bien la predisposición a ayudar a otra persona puede ser noble y generosa, detrás de esta característica llevada al extremo pueden esconderse problemas que afectan profundamente a quien lo lleva adelante.
Agotamiento constante
No prestar atención al deseo o energía que se tiene para encarar los favores que se le hacen a los demás, puede generar un cansancio extremo tanto físico como emocional.
El problema es que no se respetan los tiempo de recuperación y la energia llega a un punto de agotamiento que puede afectar tu salud y humor.

Falta de autenticidad
El tratar de complacer a los demás todo el tiempo te aleja de tu real versión y quien lo lleva adelante se convierte en una especie de camaleón social que nunca se muestra como es.
Son personas que se adaptan fácilmente a cualquier entorno, pero como consecuencia pierden su autenticidad y se despegan de sus propios deseos, sueños y valores.
Resentimiento
Aunque los people pleaser se muestren felices de ayudar a los demás, con el tiempo empiezas a sentirse miserables y a sentir resentimiento contra aquellos a los que ayudan. Esto empeora cuando se detecta que del otro lado no existen reciprocidad y puede llegar a arruinar esas mismas relaciones que en un comienzo intentaron construir a base de favores y ayuda.

Le dan mucho peso de la aprobación ajena
Este es el motivo principal detrás de este problema, la búsqueda constante de que los demás lo aprueben y latente miedo al rechazo. El deseo de que todos te quieran, lleva a dilapidar las propias necesidad. El resultado puede ser una vida poco satisfactoria.
Cómo dejar de ser una people pleaser
Aprendé cuando decir que no
Siempre se puede declinar un pedido de ayuda pero lo importante es no ser violento o rudo en el modo de hacerlo. Para lograrlo, practicá decir no de manera amable cada vez que sientas que no podés o querés hacer lo que otro te pide.
Es importante tener en cuenta que a veces el no es indispensable para mantener tu bienestar emocional y ser fiel a una misma.
Conocete
Tomate el tiempo necesario para pensar en tus deseos y necesidades personales. Es importante que sepas qué es lo que te hace feliz, cuáles son tus metas y tus sueños. El saber quién sos y qué queres para vos te va a permitir tomar mejores decisiones.
Establecé límites y se clara
Tanto en relaciones personales como laborales, es necesario determinar qué estás dispuesto a hacer y qué queda fuera de esos límites. En base a eso, es fundamental comunicarlos de manera respetuosa para que los demás entiendan qué pueden pedirte.

Priorizate
No es egoísta ocuparte de vos misma, siempre que no implique herir o perjudicar a otros. Dedicá tiempo a atender tu necesidades en el plano físico, mental y emocional.
Tomate un momento regularmente para realizar actividades que te relajen y te permitan recargar energías.
Aprende que el rechazo es parte de la vida
Es necesario comprender que no todo el mundo te va a querer o aceptar y que eso está bien. El rechazo es parte de la vida y no es posible caerle bien a todo el mundo. Y debés tener en cuenta que lo que piensen los demás de vos no define cuánto vales como persona.
Buscá apoyo
Los amigos de confianza pueden ser un pilar fundamental, aunque también podés acudir a un terapeuta. Lo importante es contar con espacios en los que puedas expresas tus inquietudes y deseos, con el objetivo de modificar los patrones de comportamiento que te hacen daño.

Practica la empatía equilibrada
Ser una persona empática es algo valioso, pero también deberías aprender a equilibrarlo con el autocuidado. Por eso, es indispensable que aprendas a entender y respetar tus sentimientos y los de los demás. Una vez que lo hayas logrado, vas aprendido a decir si en los momentos precisos y cuidarte con un no cuando sea necesario.

Tené siempre en cuenta que el proceso para dejar de ser una people pleaser, como para cambiar cualquier mal hábito, toma su tiempo y esfuerzo. Procurá no hacerlo sola y vas a encontrar el equilibrio perfecto entre tu bienestar y el de los demás.
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