Wrap dress, así es el vestido que esta primavera deberás tener en tu closet

Estamos en plena primavera y a la espera de que lleguen los días de temperaturas más cálidas, por lo que es bueno empezar a pensar en prendas que usar para estar frescas. Ahí es cuando entrarán en escena los vestido y hay un diseño en particular que gana terreno dentro los ítems de la temporada: el wrap dress. Descubrí las características y su historia como ícono feminista.

El antecedente del wrap dress surgió la década de 1930, cuando diseñadores como Gabrielle Chanel y Jean Patou lo presentaron como tendencia vanguardista de la época. En ese momento ese vestido más suelto y no encorsetado no alcanzó a instalarse con éxito. 

La relación de la liberación femenina con el wrap dress

En la década de 1970, la diseñadora belga-estadounidense Diane von Fürstenberg lo convirtió en su marca de estilo personal y lo introdujo al mundo de la moda, combinado con sandalias y mostrando la gran cantidad de combinaciones posibles.

En esos años 70 de surgimiento de movimientos sociales, las mujeres que luchaban por sus derechos en esa primera hora buscaban prendas fuertes y cómodas, pero sin caer en la idea de usar diseños pensados para los hombres, como los trajes. 

El impacto de la llegada de este vestido cruzado fue tan importante que distintas personalidades lo han elegido como opción para sus outfits a lo largo de la historia. Desde Jackie Kennedy, Catherine Deneuve a royals como Kate Middleton y Letizia Ortiz, o celebridades de la talla de Sarah Jessica Parker y Paris Hilton lo han convertido en una opción destacada de sus vestuarios. 

La inspiración de Diane von Fürstenberg para su vestido cruzado

Un día, la ex modelo y diseñadora nacida en Bélgica vio en la televisión a Julia Nixon Eisenhower usando un top con un nudo a la cintura que combinó con una falda. Diane, que recién se había divorciado y estaba viviendo un momento de liberación financiera y social, encontró la posibilidad de diseñar una prenda que tuviera el mismo papel liberador que los pantalones, que tomaron prestados de los armarios masculinos.

En ese contexto de fiestas en Studio 54, Diane presentó su versión del wrap dress. Cuando lo mostró al mundo lo hizo con una frase icónica que marcaba el poder del vestido como prenda femenina fuerte:  “Feel like a woman, wear a dress” (Siéntete como una mujer, lleva un vestido).

Fue así que von Fürstenberg lanzó este vestido cruzado a la altura del pecho con cuello en V y que se adaptaba a cualquier forma y tipo de cuerpo en un mismo diseño. Además, el wrap dress les permití a las mujeres contar con la frescura de las faldas y mantener su estilo. 

Rápidamente, esa prenda ligera y marcada por la comodidad obtuvo un gran éxito y llegó a tener una producción de 20 mil unidades a la semana en los talleres de la diseñadora en Italia. Llegó a vender más de cinco millones de unidades.

Años después, la diseñadora contó que este furor por su vestido le permitió pagar sus cuentas y la educación de sus hijos y "permitió que me hiciera un nombre en el mundo de la moda; no lo digo en sentido figurado, es que literalmente me dio poder e independencia”. 

El wrap dress se convirtió así en un item marcado por la liberación sexual y económica de las mujeres, luego de décadas de vidas a la sombra del éxito de los hombres. 

Décadas después, vuelve a instalarse como una opción ideal para los días más calurosos, en una sociedad que ya sabe mucho más de liberación femenina y con los límites entre lo femenino y masculino más flexibles.