Sunday 28 de April de 2024

SOCIEDAD | 19-11-2023 08:42

Balotaje: la agenda de género un tema clave para mujeres y disidencias

De cara a la segunda vuelta una especialista analiza la relevancia de la democracia y lo que queda por construir para las mujeres.

En Argentina estamos a punto de cumplir, por primera vez en nuestra historia, 40 años de democracia ininterrumpida. En estos 40 años vimos cómo se jerarquizó y luego cuestionó la agenda de género. Vimos cómo se ampliaron derechos y cómo se visibilizó la necesidad de que las mujeres podamos tener autonomía física: se legisló en contra de los femicidios y a favor de la interrupción voluntaria del embarazo. También se avanzó en la participación de mujeres en lugares de decisión, especialmente en el Poder Legislativo, aunque todavía queda camino por recorrer en el Ejecutivo, en la Justicia, en el sector privado y sindical.

Pero las mujeres seguimos enfrentando muchos más obstáculos y teniendo peores resultados que los varones. Las crisis recurrentes que enfrenta nuestro país tienden a afectar de sobremanera a las mujeres: somos las primeras en salir del mercado de trabajo cuando la economía se contrae, y las últimas en volver cuando la economía crece. 

 

mujeres y democracia

 

Quienes estudiamos las cuestiones de género solemos referirnos a las tres autonomías de las mujeres: la física, la económica y la del poder de decisión, que fueron una conceptualización de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) de la ONU. Estas autonomías hacen que las mujeres podamos gozar de una vida libre e independiente, en igualdad de condiciones. De estas tres autonomías, en estos 40 años de democracia, se avanzó especialmente en la física y la del poder de decisión. Me refiero a que se visibilizó cómo problema público y se avanzó en soluciones. Ciertamente, son problemas no resueltos aún.

La autonomía económica está mucho más lejos de ser una realidad. Esta autonomía hace referencia a la capacidad de las de contar con recursos -en especial, ingresos- y poder gestionarlos. Es el estudio de esta autonomía lo que le valió el Premio Nobel de Economía este año a Claudia Goldin. 

En Argentina, las mujeres participamos mucho menos que los varones de la economía en general y del mercado de trabajo en particular. Solamente 6 de cada 10 mujeres son económicamente activas, lo que quiere decir que trabajan o buscan trabajo. Y aquellas que trabajamos solemos hacerlo en sectores menos dinámicos, peor pagos, con mayor informalidad y, en definitiva, contando con menos ingresos. Esta situación es la contracara de lo que sucede al interior de los hogares donde las mujeres llevamos la mayor parte de la carga.

En nuestro país el cuidado y las tareas domésticas están a cargo de las mujeres de cada familia y eso obstaculiza de manera muy concreta sus posibilidades de progreso laboral. Esto no es así en todos lados. Hay países, incluso varios de la región, que avanzaron en revertir esta situación, al brindar más y mejores servicios de cuidados públicos. Son países que entendieron que, al hacerlo, también potenciaban la economía del presente y del futuro (por el efecto que tiene en la construcción de habilidades en niños/as). 

Para que los próximos 40 años de democracia sean más justos con las mujeres necesitamos entender que una condición necesaria es contar con un sistema fuerte y federal de cuidados. Se trata de expandir los espacios de crianza y cuidado (tanto jardines, como otros centros), fortalecer las transferencias a las familias con niños (mitigando así la pobreza infantil) y extendiendo las licencias por maternidad y paternidad (a todas las personas con hijos/as y más que proporcionalmente para varones). Esa es la propuesta que, desde CIPPEC, ponemos sobre la mesa para el próximo gobierno.

Gala Díaz Langou, directora ejecutiva de CIPPEC

at Gala Díaz Langou

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