Distimia: ¿qué es y qué la diferencia de la depresión?

Puede que la distimia no sea tan intensa y profunda como la depresión, no obstante, debemos prestar atención a sus síntomas para así dar una mano a las personas que la padecen. Poco se habla de ella, cuando en realidad un pronto diagnóstico puede significar la cura o que la salud mental y física no continúe empeorando.

¿Qué es la distimia?

Para definirla recurrimos a la palabra de expertos: "Es un término amplio que se utiliza para describir un trastorno del estado de ánimo que no cumple todos los criterios de un estado depresivo completo. Se aplica a todas las personas que no están identificadas como depresivas pero que, sin embargo, sufren bajadas significativas y regulares del estado de ánimo durante períodos bastante prolongados", explica la Dra. Anne Sauvaget, psiquiatra y profesora de psiquiatría en la Universidad de Nantes.

Para identificar este trastorno debemos estar atentas a los distintos síntomas que presenta:

• A nivel psicológico: tristeza, pérdida de interés, pérdida de placer, sin interés por nada, tendencia a desvalorizarse, pérdida de autoestima, visión muy negativa del futuro.
• A nivel cognitivo: Problemas para la atención, concentración y memoria.
• A nivel emocional: llanto, la persona de repente se vuelve muy sensible a las emociones negativas, perdiendo de vista las emociones positivas. Esto puede llevar a una “anestesia emocional”, en la que hay una pérdida total de las emociones.

A la vez pueden coexistir con otros signos como problemas en el sueño, cansancio y fatiga, dolores difusos, pérdida del apetito y falta de energía. Tampoco se debe dejar de mencionar, que la distimia muchas veces tiene un trasfondo ansioso, siendo más posible de aparecer en aquellas personas que se preocupan por todo, todo el tiempo.

¿Cuál es la diferencia con la depresión?

Para diagnosticar la depresión se deben tener en cuenta 5 rasgos típicos, mientras que en la distimia basta con 3. Un punto clave, y que marca la mayor distinción entre ambos trastornos es la diferencia entre la duración de los episodios. El depresivo puede padecer los síntomas durante por lo menos 15 días sin descanso, por su parte, la persona con distimia sufre de episodios más cortos pero a la vez más repetitivos.

La Dra. Sauvaget describe que “la distimia son como olas que van y vienen, y que puede considerarse como un estado predepresivo o como un estado depresivo ligeramente atenuado”.

¿Cómo tratar la distimia?

Sauvaget recomienda que ante la presencia de los síntomas, la persona recurra a su médico para que este pueda realizar un diagnóstico. La distimia suele tratarse con ayuda psicoterapéutica y, si es necesario, también con el acompañamiento de un psiquiatra y medicación antidepresiva.

Lo fundamental, si es el caso, es tomar la medicación correctamente, bajo el seguimiento del médico y solo abandonarla cuando el profesional así lo considere. Además de las medicinas, el tratamiento debe estar acompañado por buenos hábitos de vida: sueño de calidad, dieta equilibrada y ejercicio.