Saturday 20 de April de 2024

WELLNESS | 25-04-2023 12:04

Por qué no soy feliz: cinco cosas que te lo impiden según la neurofelicidad

La felicidad se entrena, pero primero hay que identificar aquello que nos impide ser felices, una doctora nos ayuda a descubrirlo.

¿Qué significa ser feliz? Sinceramente, es una pregunta a la que no me atrevo a dar respuesta. Por eso mismo, recurrí a ChatGPT para que la propia inteligencia artificial le diese un significado quizás más objetivo, tal vez algo aséptico, a lo que yo no consigo poner palabras. Su réplica fue clara: “En términos generales, ser feliz se refiere a sentir una emoción positiva y duradera de satisfacción, alegría y bienestar”. A lo que añadía: “Para algunas personas, la felicidad puede ser alcanzar sus metas y objetivos, para otras puede ser tener relaciones significativas y satisfactorias, mientras que para otras puede ser sentirse satisfecho con su vida y su sentido de propósito.”.

 

La felicidad se entrena

Sin embargo, aún sintiéndonos plenos con algunos aspectos de nuestra vida como pueden ser las relaciones interpersonales, el ámbito laboral o la salud y bienestar físico, en ocasiones tenemos cierta desazón que nos impide ser felices. No logramos describir esa sensación, hay algo, un vacío, una opresión, un desasosiego… pero ¿por qué no soy feliz? La Dra. Paloma Fuentes, médico y Directora del primer Master Universitario de Felicidad Individual y Organizacional, nos da las respuestas.

 

1. Falta de desapego

“El desapego es la capacidad para disfrutar plenamente de lo que llena nuestra vida, liberándonos del miedo a perderlo”, dice la doctora en su libro. Envueltos en una sociedad cada vez más consumista y materialista, hay quien llega a vincular la felicidad con poseer aquello que el mercado le ofrece. Otros con vínculos de apego que los unen a creencias e incluso personas. Finalmente, terminamos considerando que son indispensables para nuestra felicidad. En el momento en el que lo perdemos o creemos que podemos llegar a quedarnos sin él, nos invade la desesperación y la ansiedad.

“Las relaciones saludables se basan en la confianza, en el afecto desinteresado y en la libertad” explica la experta en su obra. “Cuando nos apegamos a algo o a alguien, el miedo intoxica nuestros vínculos externos”. Por lo tanto, practicar el desapego es esencial, en el sentido de que cada uno somos responsables de nuestra propia felicidad y que esta no se encuentra en nada ajeno a nosotros mismos.

 

2. No aceptar la realidad

La aceptación es “la capacidad para ajustar nuestros recursos mentales a las circunstancias del entorno, reforzándolos durante el proceso” escribe la doctora. En este punto, nos habla de todas esas circunstancias que sacuden de forma negativa nuestra vida y de cómo nos afecta ese malestar. A veces se traduce en angustia, depresión, ansiedad… algo que nos impide avanzar por no aceptar la realidad. La doctora explica “el sufrimiento es opcional. Es un dolor descontrolado e inútil, que nos deja varados en algunas de sus otras variantes psicológicas”, a lo que añade posteriormente: “La aceptación es la mejor terapia para prevenir y tratar el sufrimiento”.

 

3. Gratitud desentrenada

Si no practicamos la gratitud, esa “capacidad de estima y reconocimiento hacia uno mismo y hacia los demás”, como explica la Dra. Fuentes, estaremos saboteándonos a nosotros mismos. Nos impediremos crear vínculos positivos con todo aquello que nos rodea, a la vez que nos faltaría la energía, el optimismo y la satisfacción vital.

 

4. Intranquilidad

La tranquilidad es esencial para mantener las emociones ordenadas, algo que debería predominar a lo largo de nuestro día a día para alejarnos del miedo y ganar a sí en salud. Gracias a ella se calman otras emociones que sentimos, algo que si no se ejercita puede llegar a descontrolarse. La Dra. Paloma Fuentes nos recomienda conectar con nosotros mismos a través de la CRC que “consiste en detener nuestro quehacer y conectar conscientemente con nuestra respiración durante dos minutos varias veces a lo largo del día, especialmente en los momentos en que nos sintamos nerviosos o molestos por alguna circunstancia”.

 

5. Falta de curiosidad

La curiosidad es la energía mental, innata o adquirida, que nos impulsa a extender permanentemente las fronteras de nuestra atención para lograr que crezca nuestro mundo interior y exterior.” como describe la experta. Sin este combustible mental que nos invita a aventurarnos, sorprendernos y conocer estaremos limitando nuestro aprendizaje y dejando de disfrutar de experiencias y habilidades.

 

 

 

Por qué no soy feliz

 

 

 

 

 

 

Fuente: Marie Claire España

at Redacción Marie Claire

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