La historia del pelo largo de la mujer se remonta a la era de las cavernas, cuando sin distinción de género, se llevaba largo y sin ningún tipo de cuidados.
Entre los siglos I a.C y V d.C, los romanos exigieron a sus hombres militares llevar el pelo corto y así tener ventaja sobre sus oponentes que, en épocas anteriores, eran agarrados del pelo en el campo de batalla.
La mujer siguió llevando el pelo largo, y poco a poco se extendió por todo Europa el corto entre los hombres, a excepción de los nobles, especialmente en Francia durante los reinados de Louis XV Y Louis XVI. Así se instauró que la mujer debía llevar el pelo largo hasta las siguientes décadas.
EVA LAVALLIÉRE
Para 1900 el pelo largo era símbolo de feminidad e inclusive fetiche, y durante la primera década del siglo XX, la actriz francesa Eva Lavallière fue una de las personalidades reconocidas en revelarse al sistema, la siguió la bailarina estadounidense Irene Castle, quien en 1915 también de lo cortó. Al igual que ellas, muchas mujeres eligieron la década del 20 para ir en contras de las normas sociales y llevar el corte de pelo como quisieron.
IRENE CASTLE
Los tiempos modernos cambiaron, y gracias a miles de mujeres que han luchado por la igualdad de género en la historia, hoy llevar el largo del pelo al antojo es más que normal. Sin embargo, muchos hombres machistas o con tradiciones anticuadas, siguen considerando que las mujeres deben llevar el pelo largo como símbolo de feminidad.
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