No hay dudas de que las relaciones de pareja han cambiado rotundamente, sobre todo entre los jóvenes. Según una encuesta realizada por Tinder a 4000 solteros de 18 a 25 años, la mayoría de los menores de 30 años usan la aplicación y el 55% ha tenido una relación seria con alguien que ha conocido por este medio.
Cabe resaltar que también han cambiado los intereses, y las cualidades que se buscan en un otro. De repente se empiezan a priorizar valores como la lealtad (79%), el respeto (78%), y tener una mentalidad abierta (61%). La apariencia aparece reducida a un 56%, ya que los jóvenes sostienen que una pareja es más atractiva no por su físico sino por su disposición a trabajar en su salud mental.
Los tiempos cambiaron, y las nuevas generaciones comienzan a quitarle importancia al aspecto, mientras que preponderan el bienestar psíquico propio y de quien tienen en frente. Apuestan por las relaciones sanas, y ya no están dispuestos a perder el tiempo con alguien con quien no compartan formas de ver la vida.
Es por ello, que Paul Brunson, experto global en relaciones de Tinder, asegura que la clave está en las citas de “a todo o nada”, también llamadas hardballing. Se trata de priorizarse a una misma, siendo sincera desde el primer momento para dejar en claro que es lo buscás y no desperdiciar tu tiempo en alguien con quien sabés que no vas a tener ningún tipo de compatibilidad.
Así, el estudio afirma que la generación Z será la que tenga matrimonios más exitosos, ya que tienen nuevas formas de ver el mundo, los vínculos, priorizando la honestidad y sus verdaderos deseos para así fomentar relaciones sanas. Proponen una comunicación más clara y tienen una mente más abierta en cuanto al amor y las distintas formas de vincularnos. Ya no se cierran a la idea de la monogamia, y prueban con otros tipos de relaciones como el poliamor, que no solo implica tener relaciones sexuales con otras personas, sino que también significa formar lazos de responsabilidad afectiva para con todas las personas que se incluyan en el vínculo poliamoroso.
Los tiempo cambian, y con ello evolucionan nuestras formas de pensar el amor y las relaciones. La comunicación y la honestidad se han vuelto valores primordiales que todos los jóvenes buscan y desean encontrar en su pareja. Las formas de amar empiezan a cambiar, y quizás dentro de unos años todos aboguemos por la idea de que el amor es libre, y de que no necesariamente debe ser depositado en una sola persona.
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