Las “red flags” en una primera cita

Salir y conocer gente nueva es todo un tema. Primero tenemos que encontrar las ganas de hacerlo, y luego tenemos que dar con una persona con la que nos llevemos bien, y que por sobre todo sea respetuosa y gentil. Hoy en día, estamos rodeados de “red flags” que nos avisan cuando tenemos que empezar a tomar precaución de la persona que tenemos en frente. Aquel o aquella que parecía ser tu otra mitad, puede convertirse rápidamente en calabaza.

Aquí nombraremos solo algunas situaciones en las que deberías prender las alertas en una primera cita. Por supuesto que en estos momentos en los que empezamos a conocernos la conversación resulta clave, tanto para pasar un buen rato como para conocer algunas cualidades de esa persona.

Si sucede algo de esto, quizás deberías decir “next”:

Se la pasa hablando de sus relaciones pasadas

Apenas se conocen y no para nombrar a sus ex parejas. Sean una, dos o tres, no importa, lo relevante aquí es que evidentemente no puede soltar el pasado. Sin embargo, no siempre recordar a nuestras anteriores parejas significa que seguimos enamorados, algunas personas pueden guardarles sentimientos negativos como puede ser la bronca o el desprecio. Sea como sea, si es un recuerdo bello o uno totalmente oscuro, lo mejor es no seguir viendo a esa persona, al menos por un tiempo. Es claro que debe hacer el correspondiente duelo y para ello, démosle su espacio mientras que nosotras seguimos conociendo a otra gente.

El dinero es un tema recurrente

Nunca es muy atractivo hablar de dinero en una primera cita. Es más, nos seguimos poniendo nerviosos al momento de pagar la cuenta, y ya no sabemos a quién le corresponde hacerlo. Por ello, si nos encontramos con alguien que continuamente habla de plata, ya sea quejándose por los gastos o, en el otro extremo, presumiendo de su abultada billetera, no vale la pena. Red flag amiga, salí de ahí.

No respeta la intimidad de amigos o familiares

En otras palabras, habla por demás. Te cuenta cosas personales de sus allegados que ya no resultan graciosas, sino que te ponen en una situación totalmente incómoda. En ningún momento pediste tanta información, y tampoco parece educado estar contando intimidades de quienes seguramente son sus personas más queridas. Muestra que es una persona demasiado bocona y hasta podríamos decir chismosa. No queremos a alguien así, alejate de esa persona que habla de otros y que en algunos casos hasta los critica.