Bien sabemos que cada relación es un mundo, con sus propias ideas y reglas. Es difícil hacer generalizaciones en lo que refiere al amor, y lo mismo sucede con el desamor. Sin embargo, Anna Krolikowska es una abogada experta en divorcios que afirma haber descubierto ciertos patrones que se repiten en los hombres y que llevan al divorcio.
Lejos de tener la intención de bastardear al sexo masculino, la abogada más bien reconoce estas actitudes en pos de brindar consejos para mejorarlas y evitar que más parejas terminen separándose. Cosas tan simples como decir “gracias” podrían hacer una gran diferencia en las emociones de la persona que tienen en frente. A continuación, profundizamos en estos errores y en cómo evitarlos.
Las tareas domésticas no se reparten equitativamente
Ya no hace falta aclarar que las tareas de la casa no se reducen de ninguna manera a la mujer. Ya ha quedado obsoleta la idea de que somos nosotras, exclusivamente, quienes debemos ocuparnos de la limpieza, del orden y de cuidar a los niños. Las tareas se comparten, y los hombres ya deberían tenerlo más que claro. Si en este punto ya se ve que hay una distribución desigual de las responsabilidades, se puede charlar sobre el tema y hacer entender a nuestro compañero que los tiempos cambiaron. Pero si nada cambia, lo más probable es que tarde o temprano, según los datos que aporta Anna, la pareja culmine en divorcio.
No toman iniciativas para realizar las tareas del hogar
Se supone que el hombre no debe esperar a que nosotras le pidamos “ayuda”. De hecho ni siquiera es ayuda lo que necesitamos porque, para empezar, no es un trabajo que únicamente recae sobre nuestras manos. Es una relación, y como tal, necesita del aporte de ambas partes. Los hombres no deben esperar a que nosotras les llamemos la atención para que colaboren con las tareas diarias, son ellos mismos quienes deben activar y entender que somos un equipo.
No expresan aprecio
Un beso, un abrazo, palabras cariñosas, son a veces necesarias para que nosotras sintamos el aprecio de ellos. No es un capricho, es simplemente pedir mínimas expresiones de amor para que no pensemos que estamos en una relación con una roca. De hecho, cuando somos nosotras las que tomamos las riendas y nos ocupamos de las tareas del hogar, más allá de que es algo compartido, un simple “gracias” es necesario y hasta a veces obligatorio. Mostrar gratitud ante nuestro trabajo, o ante simples gestos que tuvimos para con él es fundamental para que ese vínculo persista.
Accedé a los beneficios para suscriptores
- Contenidos exclusivos
- Sorteos
- Descuentos en publicaciones
- Participación en los eventos organizados por Editorial Perfil.
Comentarios