Sesenta delegaciones, 220 oradores, 12 mil espectadores y más de 3.500.000 visitantes en las transmisiones en vivo, participaron del Brics+ Fashion Summit en Moscú entre el 28 de noviembre y el 2 de diciembre de 2023. En el auditorio y parque Zaryadye -una locación de 106 mil metros cuadrados- el evento reunió a expertos de los países integrantes del Brics y también de Europa, Sudeste Asiático, Medio Oriente, America Latina y África.
El propósito fue debatir los desafíos que planea la industria, las perspectivas del mercado global y las opciones de colaboración. Marcas, diseñadores, compradores, representantes de instituciones educativas, directores de asociaciones internacionales de moda, influencers y periodistas intervinieron en debates públicos y paneles.
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En una Moscú completamente iluminada con motivos festivos, y mientras nevaba sin parar, el plenario relacionado con los negocios atrajó una de las mayores audiencia. Los panelistas hablaron sobre la expansión de las marcas de moda a otros mercados, la metodología para enseñar y capacitar a nuevos profesionales y el uso de tecnologías avanzadas.
La tendencia fue al lujo en los materiales con un retorno a las raíces culturales y a las identidades nacionales.
Sobre el tema del ingreso a los mercados internacionales y el impacto y las dificultades para globalizarse opinó Jay Ishak, presidente de la Asociación de Diseñadores Oficiales de Malasia: “Creo que todos los creadores aspiran a colaborar y cooperar con otros países. Al mismo tiempo es importante recordar las tradiciones propias pero actualizar las colecciones. Muchos diseñadores han recurrido a su herencia cultural y la han integrado en prendas modernas, que es un componente esencial de autenticidad y estímulo. Hay que demostrar que esas tendencias son adecuadas para un mercado objetivo”, afirmó. Considera importante “centrarse en la comunicación en el mercado local, pero al mismo tiempo estar abierto a la exploración de oportunidades internacionales”.
Otro de los temas que movió ampliamente a los asistentes fue el de sustentabilidad. Jackie Andrews-Undall, Directora de Sustentabilidad de The Dyers´s Circle, Profesora Emerita en Sustentabilidad Textil (Universidad Arts London, Central Saint Martins, London College of Fashion) hace esta sintesis.“Con la pérdida de biodiversidad, el calentamiento global y los vertederos, la industria necesita mejorar su actuación y reducir las emisiones de carbono antes de 2030.
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Esto implica un cambio radical en la forma que obtenemos materiales y los transformamos en prendas. La producción de ropa es un proceso complejo y de múltiples capas que involucra a varios actores de todos los continentes, trabajando en el mismo producto, que rara vez es local. Además, con las sanciones globales vigentes, los productores de los miembros de BRICS tienen que navegar por una ruta de suministro diferente y buscar organizar el comercio que beneficie a los mercados comunes a pesar de su diversidad. También con el poliéster con un 63% del mercado de fibras, nos queda un largo camino por recorrer”.
Brics+ Fashion Summit tuvo su espacio para el B2B donde se presentaron colecciones de 100 marcas rusas y 30 internacionales, incluidas las de Argentina, Brasil, India, Rusia, Sudáfrica, Nigeria, Egipto, Turquía y Serbia. “El showroom facilitó que se entablen conexiones sólidas y relaciones duraderas entre diseñadores y compradores. Actualmente se están negociando acuerdos por un importe total de 250 millones de rublos”, dijo Natalia Sergunina, teniente alcalde de Moscú.
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Lo más esperado cada tarde fueron los 14 desfiles que se llevaron a cabo en Parking Gallery de Zaryadye además de varias locaciones emblemáticas de la ciudad como la Biblioteca Estatal, la Casa Pashkov, GUM (los grandes almacenes estatales), el Museo de Historia. Las modelos mostraron 325 looks, creados por 126 estilistas y maquilladores. La apertura y el cierre estuvieron a cargo de diseñadores latinoamericanos. El diseñador belga-argentino Juan Hernández Daels abrió la pasarela con la última colección de su marca Sadaels que es un revival de los años 2000. Vestidos ajustados, blusas de macramé apenas perceptibles, pantalones con aberturas en la cadera, minifaldas definitivas y blusas sin espalda fueron los aplaudidos ítems fuertes.
Chnnyu, elegido como el mejor diseñador de China, centró su desfile en abrigos abullonados de gran tamaño, jeans anchos vintage y chaquetas desgastadas. El oversize combina perfectamente con vestidos femeninos volátiles y blusas ligeras con románticos estampados de cielo.
La tendencia general fue un fuerte retorno a las raíces culturales y a las identidades expresadas a través de las texturas hechas a mano en India, el bordados de Turquía, Rusia y Egipto y la retrospectiva del sudafricano David Thale que sintetiza la ambición de esta cumbre puesta en la defensa de las étnias. Se señaló la necesidad de que este evento -organizado por Fashion Fund con el auspico del gobierno de Moscú- se convierta en el motor de cambio que los diseñadores de estos países necesitan urgentemente para competir con las mega marcas de occidente.
Con los nuevos países que se unieron, Brics representa casi el 50% de la población mundial: mucha gente para vestir.
El desfile de clausura estuvo a cargo de Lucas Leão de Brasil que vistió, tanto a hombres como a mujeres, con looks monocromáticos, en los que siluetas ingeniosas reflejaban todo tipo de formas escultóricas. Sus prendas cobran vida tan pronto como las modelos comienzan a moverse, y son deslumbrantes.
Entre otras actividades de BRICS+ Fashion Summit, se destaca el evento World Fashion Shorts donde se debatió la moda como herramienta de aprendizaje para la diversidad. El formato del espectáculo no es una representación cinematográfica habitual, sino una inmersión total en un entorno visual sorprendente, basado en herramientas multimedia.
La cumbre también abordó las cambiantes tendencias de ventas y la importancia del eco-activismo en la industria de la moda. Se destacó la relevancia de colaboraciones con influencers de redes sociales para humanizar el mensaje de las marcas y dar un impulso a la moda multicultural, promover la interconectidad y la convergencia hacia la construcción de una plataforma más inclusiva para la moda pueda celebrar abiertamente su diversidad cultural.
“La coalición BRICS comprende una población de más de 3.400 millones de personas, muchas de las cuales viven bajo un régimen político autoritario, culmina Jackie Andrews-Undall. La moda puede ser una salida para con humor, color y libertad contrarrestar la severidad de la geopolítica actual, y también un mensaje de esperanza en un momento de colapso climático. Dejemosla comunicar un mensaje positivo y no uno cubierto en poliéster”. ■
at Teresa Napolillo
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