Lo que haces cuenta: National Geographic presenta un episodio dedicado a la Moda Consciente 

En abril de este año National Geographic estrenó la segunda temporada de “Lo que haces cuenta”, la serie de podcasts conducido por la escritora y psicóloga Magalí Tajes. De la mano de expertos, activistas, aventureros y emprendedores latinoamericanos, las nuevas entregas continúan explotando las problemáticas vinculadas a la crisis climática y ecológica, al tiempo que nos cuentan sobre posibles maneras de combatirla y construir un futuro más sustentable. 

En su cuarto episodio, “Lo que haces cuenta” abarca la temática de la moda consciente. La moda está con nosotros desde que nacemos y nos acompaña todos los días de nuestras vidas. Nos viste, nos abriga, nos protege, nos conmueve y hasta nos puede divertir. Pero desde hace un tiempo, desde que se empezó a producir cada vez más, también nos trae un gran problema: su impacto ambiental. 

“La industria de la moda es una de las más contaminantes. El rubro del vestido utiliza cada año 93 mil millones de m3 de agua. Para tener un comparativo, toda esta agua sería suficiente para satisfacer las necesidades de consumo de 5 millones de personas” menciona Efraín Paulino, coordinador de Fashion Revolution México. 

El sector textil figura cuarta dentro de las categorías que presionan el uso de materias primas primarias y el agua, y quinto por las emisiones de gases de efecto invernadero. Los impactos se producen a lo largo de los procesos involucrados para satisfacer las necesidades de la población y los principales países productores son quienes sufren las consecuencias. La industria de la moda debe ser más responsable y cuidadosa con el medio ambiente, por lo que es importante pasar de un modelo Fast Fashion a uno de Slow Fashion. 

“Según los especialistas expertos en el tema, tiene que cambiar el sistema de producción. Si se produce a destajo, y una tienda de ropa cambia cada semana las prendas de sus locales, es muy difícil intentar que el consumidor no compre” aseguró María Eugenia Maurello, periodista especializada en moda, en diálogo con Marie Claire Digital. 

“Hay conciencia por parte de quienes están interesados en la sostenibilidad en general. Información hay de sobra, y más en este mundo globalizado e hiperconectado. La cuestión es tomar el impulso para sumarse a la causa, interesarse y conocer más al respecto. La conciencia tiene que ver con hacerse cargo de la realidad de lo que pasa. Quienes toman conciencia del cuidado del medio ambiente a están tomando ciertas decisiones en sus vidas” agregó la periodista. 

En el episodio dedicado a la Moda Consciente, National Geographic aborda una parte del proceso que implica la producción textil de las vestimentas que utilizamos a diario y cómo este proceso impacta en el medio ambiente. También veremos nuestra relación con la ropa, los problemas de la tendencia del Fast Fashion y te contamos cómo es posible colaborar, desde el lugar de cada persona, a reducir ese impacto que la industria de la ropa general. 

“Me cuesta interpretar que alguien tire la ropa a la basura. Cada prenda que se tira y se mezcla con orgánicos, papel y vidrio, es un residuo que puede servir para ser reciclado. Si bien en nuestro país no hay ninguna reglamentación, desde lo gubernamental, que trabaje sobre residuos textiles, si hay varias ONG que están organizando la recolección de residuos textiles, trabajando en el upcycling, investigando la forma de cómo tomar esa fibra, reconvertirla en una nueva y generar un nuevo textil” agregó María Eugenia. 

El Fast Fashion implica una gran extracción de recursos naturales y un gran volumen de producción de ropa. El sistema está potenciado por la obsolescencia programada y la percibida. Las fábricas que realizan este tipo de productos, priorizan lograr una prenda de bajo costo, sin considerar la mano de obra descuidada, los contratos de trabajos, y el impacto en el medio ambiente. 

“Quienes sí toman conciencia al respecto, están trabajando esa conciencia en el resto de sus vidas. Yo creo que los consumidores deberían consumir diseño, porque son prendas que están realizadas con una función social, pensadas para que duren muchos años, y con materiales específicos” cerró la periodista.