Todo sobre Min Agostini, la diseñadora que hace originales desfiles en cuarentena

Desde que comenzó la cuarentena, Min Agostini no dudó en reinventarse con una original propuesta: producciones de moda realizadas desde la casa de sus clientas, en cualquier punto del país y también desde otras latitudes como Italia y Francia.

Min las organiza y luego sube al material a su cuenta de Instagram, bajo el elocuente hashtag #EnCasa. Las imágenes no solo son muy divertidas y creativas, sino que permiten ver a la perfección la funcionalidad de cada pieza.

Poco antes del estallido de la pandemia, la arquitecta y diseñadora nos recibió en su actual bunker, su boutique-estudio-casa de San Telmo.

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Todo el lugar está intervenido por la artista plástica Sarana Juárez Estrada con maderas recicladas que van formando redes a través de las cuales se vislumbran sus piezas escultóricas. Al entrar al espacio lo primero que impacta son las obras de Marta Minujín y también otras realizadas por ella misma. Al fondo hay un patio con strelitzias blancas y muebles vintage de hierro oxidado.

El piso es de cemento alisado con un par de sillones XL de Baliero en cuero blanco y acero frente a una mesa de madera para disfrutar de jugos y licuados orgánicos para sus clientas y amigas. Min es entrerriana, vivió en Colón y Concepción del Uruguay y siempre dice que esa naturaleza tan exhuberante la marcó para siempre.

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-¿Cuáles fueron tus logros como arquitecta?

-Estudié Arquitectura en Argentina y terminé la carrera en Estados Unidos. Una vez recibida, me radiqué en Londres con un contrato de trabajo para la revista New Architecture donde conocí a grandes maestros como Rem Koolhaas y Saha Hadid, una de las arquitectas más famosas y talentosas del mundo que se reinventaba continuamente con quien tuve la suerte de trabajar para un concurso.

Antes de viajar a Londres presenté mis dibujos en la editorial Kliczkowski, para mi asombro gustaron mucho y me encargaron la producción y ejecución del libro de mi autoría “Pubs”, así que llegué a Londres armada con dos contratos laborales en simultáneo. Era muy joven, pero siempre fui muy ávida de nuevas experiencias y decidida a dar el 100 por ciento en todo lo que emprendía, gracias a lo cual sin proponérmelo iba consiguiendo ofertas laborales muy interesantes. Al volver a Argentina trabajé con muy buenos estudios como MSGSSS para Aeropuertos Argentina 2000.

-¿Cómo fue el paso entre la arquitectura y la moda?

-Me gustan todas las ramas del diseño y experimenté varias, pero en la indumentaria es donde siento que puedo plasmar todo lo que tengo para dar. La primera prenda que hice fue a los 4 años para una Barbie, era un modelo de capa hecho en un solo paño de género que todavía hoy repito. En el año 2005 me presenté a un concurso y gané una beca de moda en Milán. Era un master que me abrió la cabeza a otro tipo de materialidades y formas de trabajo.

-¿Cuál es tu mayor influencia a la hora de diseñar?

-El arte, los géneros y las texturas. Nunca tomo un tema particular de inspiración. Diseño directamente sobre el cuerpo o un maniquí y cuando comienzo el proceso creativo no tengo la pieza en mente, nada predeterminado. Se va desarrollando naturalmente hasta convertirse en un tapado o vestido. No me condiciono. Amo lo que hago y paso por lo menos cinco horas diarias en mi taller. Generalmente confecciono piezas únicas y tengo un equipo que se ocupa de la hechura.

-¿Seguís las tendencias?

-No, no me interesan, busco diferenciarme. Yo continuo mi camino y tengo fieles clientas que me acompañan desde mis comienzos. Cuando quedé embarazada de mi hija Cayetana decidí bajar el ritmo para dedicarme más a la maternidad, soy workaholic y trabajaba 18 horas diarias, así que me retiré de todos los medios y redes durante tres años y armé este estudio en San Telmo que fue mi búnker donde atendía a mis clientas pero de una forma más relajada sin tantas presiones. También lancé una línea para niños a la par.

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-¿Con quiénes trabajás del mundo del arte?

-Hace años que le confecciono los overoles a Marta Minujín y le hago los vestidos como el “anti besos” para las grandes presentaciones acá y en el exterior. Visto a mucha gente del arte, tanto directoras de museos, artistas plásticas y actrices de diferentes edades.

Con Marta hicimos la “CarteraCodarte” que fue como un desprendimiento de sus famosos colchones y con Andrés Arzuaga las sandalias BAUS, muy futuristas. También colaboré en ocasiones con Nora Inesta y Fernando Poggio. Hice un desfile con vestidos diseñados por mí y pintados por grandes artistas como Eugenio Cuttica, Eduardo Hoffmann, Eduardo Plá y Yuyo Noé entre otros, en Barracas.

-¿Cómo fue tu vuelta a las redes y a la mayor exposición?

-El año pasado decidí volver a la “exposición” incitada por mi amiga Marta Minujín que me estuvo ofreciendo muy generosamente su espacio-taller durante meses para hacer un evento hasta que acepté que ya era tiempo de soltar un poco a Cayetana.

-¿Qué premios conseguiste a lo largo de tu carrera de diseñadora y que te enorgullece haber logrado?

-Recibí varios reconocimientos nacionales que fueron muy lindos. Algunos puntos fuertes para mí fueron cuando el New York Times destacó mi tienda como una de los “Top 5 luxury shops de Buenos Aires”, agregando que mis prendas deberían ser exhibidas en el Museo de Arte Moderno de Nueva York; haber salido en el libro de la española Paz Diman dentro de los “100 mejores diseñadores de moda contemporáneos”. Cuando la tienda departamental londinense Harrod’s me seleccionó para exhibir mis piezas en la principal vidriera de Brompton Road y las presentaciones en la semana de la moda de Nueva York.

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at Andrea Sanguinetti