“También hay luz en este encierro”

Era un día como cualquier otro (frase que aplica como nunca en esta cuarentena) pero al fotógrafo especializado en moda Diego Roldán esas imágenes y voces que salían de la televisión lo afectaron de una manera muy diferente.

“De repente empecé a notar cómo la tele y todas las noticias se habían transformado en un contador de muertos. Y que el miedo era la norma, hablaba con mi vecino, con mi madre o un amigo y todos estaban dominados por esa misma sensación: el miedo. Y así fue que se me ocurrió mostrar una mirada diferente, positiva y hasta amorosa de la situación, primero recurrí al mundo que más conocía, al de las modelos, pero desde un lugar diferente”, cuenta antes de completar que se comunicó con muchas de las mannequins argentinas que trabajan afuera, en primer lugar para saber cómo estaban atravesando esta cuarentena, qué sensaciones y sentimientos tenían.

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“La mayoría de ellas vive sola, en otro país que no es el suyo y sin su familia cerca. En ese contexto me pareció interesante ver qué les pasaba. Y a la hora de hacer las fotos la prioridad fue esa, reflejar las emociones detrás de cada imagen y de cada experiencia. Me di cuenta que también se podía plasmar eso, un mensaje de esperanza y de amor, que nos recordara que no todo es malo y negativo, que también hay luz en este encierro”, define.

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El shooting fue remoto, manejado por Diego desde la aplicación Face Time y con la colaboración de Gustavo Di Filippo en el estilismo. El retoque digital, relata Diego, fue mínimo, casi al punto de decir nulo.

Además de Flor Torrente (en Buenos Aires), participaron modelos como Delfina Morbelli (Londres), Valentina Wendel (Milán), Victoria Furnari (Nueva York) y Natalie Colugnatti (Barcelona). Cada imagen fue completada luego con una frase que Diego escribió a partir de cada charla y de cada sesión.

De la experiencia, mejor dicho de la pandemia en sí misma, Diego emerge renovado y así lo explica:

“Para mi esta cuarentena fue un renacer en el sentido que lo que hice hasta ahora no me define lo que soy en este momento. Por eso borré de mi Instagram todas las fotos anteriores a este tiempo. Durante muchos años realicé editoriales y campañas de moda con el énfasis puesto en lo estético. Siempre trataba de llegar a lo perfecto, a la imagen impoluta. Siento que ese ya no soy yo y que Proyecto adentro marca un nuevo comienzo, un camino que si bien empieza ahora, puede ser infinito. Mensajes de despertar espiritual, de ser un mejor humano, de respetar al otro, vamos a necesitar siempre, no solo en cuarentena”, concluye.

 

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