Doble espera: cuarentena y bebé. Este tiempo tan distintivo que estamos transitando a nivel social nos abre también una oportunidad: una pausa para ir hacia adentro.
Digo esto y me acuerdo de pronunciar esas mismas palabras en una clase de Yoga con niñas de 7 y 8 años y al escucharme Jazmín hizo una cara de sorpresa gigante y preguntó: ¡¿cómo?!
Mientras simulaba un clavado con sus propias manos entrando por su boca, yendo literalmente hacia su interior. En otro momento hubiese sido más difícil interpelarse, proponerse todo esto pero ahora tenemos la pausa para brindarnos esta conexión con nosotras mismas.
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Estamos atravesando un camino de apertura y nacimiento, conteniendo la formación y la llegada de un bebé y sobre esto queremos compartir: la importancia de hacernos lugar, tomando lo bueno que esta pausa nos regala, para conectar con los pilares fundamentales del vínculo con este bebé y con nosotras mismas.
Ahora, en el poder infinito del presente, tenemos la posibilidad de direccionar nuestra energía hacia un embarazo reparador, saludable, amoroso, feliz. Queremos contarles cómo.
La pausa hacia adentro
Dentro de lo complejo y la ansiedad que podemos sentir normalmente transitando el embarazo, tenemos la posibilidad de aprovechar que muchas de las actividades y rutinas que podían tomarnos mucho tiempo y redirigir nuestra energía a otros lugares, se detuvieron y contamos con este espacio de vida para conectar con el transito maravilloso que es dar a luz.
¿Con qué vamos a conectar? Con el plan de parto, la pareja o quien nos acompaña, vamos a visualizar al bebé, cómo lo vamos a recibir y cómo queremos criarlo. El embarazo es un momento de revolución psíquica y hormonal.
Es normal que se despierten ansiedades y es vital encontrar recursos que acompañen y nos ayuden a conectarnos, como la meditación y las visualizaciones. Este es el punto que nos encuentra a nosotras dos: Cecilia, profesora maestra en Yoga y Agustina, Psicóloga con Orientación Perinatal; uniendo la Psicología y el Yoga para contener, nutrir y acompañar el proceso del embarazo.
Visualización del bebé: conectar
¿Cómo lo voy a recibir? ¿Cómo lo estoy esperando? Algunos consejos valiosos. En la espera de un bebé, deberíamos trabajar siempre en el plan de parto, junto con nuestra/o obstetra, partera/o y todo su equipo de asistencia.
Es importante saber que, siempre dentro de los protocolos de asistencia y de lo que es posible, podemos decidir cómo queremos que sea nuestro parto, por ejemplo: los niveles de intervención, si queremos estar acompañadas por nuestra pareja o un referente afectivo, si estamos de acuerdo con la anestesia, si queremos que sea inducido o no.
En protocolo de pandemia, esto también está garantizado. Una gran parte de nuestra salud física y psíquica proviene de cómo es la conexión con este bebé y con este tránsito de nuestro cuerpo.
Sobre todo, dentro del último trimestre que puede ser el más molesto a nivel físico, puede ser que sintamos cansancio, sea más costoso respirar, aparezca más la queja, mientras nuestro bebé está en pleno proceso de maduración, es muy importante poder conectar con él.
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Hay que seguir esperándolo. ¿Qué les proponemos? Conversar con este bebé, contarle cómo lo estamos esperando: armé el bolso, está tu cuna lista, estamos con papá preparando todo para recibirte.
Decirle que al igual que nosotras tiene un rol activo durante el parto. Mientras el cuello del útero se dilata el bebé también está haciendo su trabajo, buscando a través de rotaciones la posición más adecuada para seguir bajando y, finalmente, poder salir al mundo.
Al salir su respiración va a cambiar, cambiará de medio. Este nacimiento traerá para los dos un cambio enorme. En la medida que podemos hacer conscientes y verbalizar estos aspectos, creamos espacio para eso y luego podemos transitar el parto mucho mejor. Es ir preparándonos para el momento de encuentro del otro lado de la piel.
El vínculo
El embarazo es un momento donde nuestro cuerpo y filogenética mamífera se ponen en marcha, pero al mismo tiempo, somos seres de la cultura atravesadas por historias que nos generan temores, bloqueos, angustias y todo eso hay que transitarlo.
El parto no es solo un evento biológico y es importante dar lugar a las manifestaciones emocionales de la vivencia del embarazo y el parto y en especial a nuestro bebé, que también está allí y es tan protagonista de estos momentos, como nosotras.
¿Qué es ser madre? O ¿qué es estar embarazada? Significa algo diferente para cada una. El embarazo es una historia que nos invita a mirar a las mujeres de nuestra vida. Con qué historias nos creamos, qué madre y abuela tuvimos. Esto se reactiva en el embarazo.
A veces son lugares muy saludables que nos contienen. Otras, se trata de crear una nueva narrativa de lo que es ser mamá. Una situación que te antecede no te determina, siempre hay posibilidad de reparar, deconstruir y armar un nuevo relato.
Hay maternidades gozosas y complejas, lo importante es que vamos a construir la nuestra. En este proceso, el linaje femenino materno se pone muy protagonista y eso es muy lindo.
De esta manera vamos generando herramientas, una relación compasiva con nosotras mismas y una conversación interna donde dialogamos lo que nos pasa: me siento así en este momento; esto no está bueno pero es en pos de esto otro, y así.
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A su vez, conectando con el bebé a través del diálogo, de las visualizaciones, fortalecemos este vínculo prenatal que es protector del vínculo posnatal. Para las mamás que pudieron darle un lugar psíquico también al bebe en su panza, la conexión con él al nacer es más sencilla, es amorosa, es de reencuentro.
La confianza: práctica de visualización
“Donde enfocás tu atención, tu energía fluye, y donde tu energía fluye, tu vida crece”. Deepak Chopra. Sabemos que podemos sentir miedos, dudas, ansiedad, bloqueos, todo tipo de sensaciones por el embarazo, por el momento del parto, por la crianza.
Y por eso vamos a fortalecernos. Cada uno de estos desafíos, es siempre una nueva oportunidad de vincularnos de manera novedosa, de sanar y aprender. Vamos a proponerte una pequeña práctica.
En Yoga entendemos que todo es energía y que a través de nuestro cuerpo la energía vital fluye, el Prana, y con las herramientas de nuestra respiración e intención podemos conducir la energía para armonizarnos.
Te invitamos a elegir un lugar cómodo de tu hogar y disponerte a esta conexión con vos misma. Cerrá los ojos, inhalá profundo una vez por la nariz y exhalá por la boca. Situate en este aquí y ahora de la práctica.
Concentrá tu atención en vos y en tu respiración y a partir de ahora continúa inhalando y exhalando por la nariz. Permití que el aire que inhalás expanda tu caja torácica hacia adelante, hacia los costados, hacia atrás y al exhalar guiá el aire suavemente hacia arriba, al tope de tu cabeza, ascendiendo tu energía.
El aire va hacia tus pulmones en cada respiración pero a través de la visualización, guiándolo en diferentes direcciones, lo que hacés es redirigir tu Prana. Usá la respiración consciente para anclarte en el ahora y con cada inhalación creá más y más espacio dentro tuyo.
Tomá consciencia de que podés controlar la fluctuación de tus estados emocionales y dejá que tu cuerpo se vaya ablandando. Enfocá tu intención en la fortaleza de tu confianza en vos misma y en el estado de calma que te brindás.
Vas a simbolizar esta confianza con una esfera de luz en el centro de tu pecho. Con cada exhalación esta esfera de luz crece un poco más. Concentrate en ella. Conectá con el deseo con el que gestaste a tu bebé y con el que lo llevás en tu panza.
Conectá con el amor que sentís. Con la claridad de que tu intención de traer este bebé a la vida y de cuidarlo es amorosa, podés sentir confianza. Seguí visualizando esta luz y al bebé. Permití que la calidez y la tranquilidad que te brinda el amor se expandan en tu pecho… ¡Y que sea con mucha felicidad! Namasté.
*Cecilia Incola, Profesora Maestra en Yoga, Linaje Yoga Integral ® Swami Asuri Kapila Maitreyananda. Ma. Agustina Capurro, Psicóloga con Orientación Perinatal. MP 69748.
at Cecilia Incola y Agustina Capurro
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