El verano llega con nuevos aromas, colores y texturas, y con él, una propuesta gastronómica que invita a redescubrir el placer de lo simple: buena comida, buenos momentos y un ambiente acogedor. La nueva carta primavera–verano 2025 de Le Blé apuesta por sabores frescos, artesanales y versátiles, con opciones para todos los gustos y necesidades.
Entre los destacados de la temporada aparecen los almuerzos caseros —como la milanesa de bife de chorizo con spaghetti a la manteca o los medallones grillados con tabulé, hummus y salsa de yogur—, junto a sándwiches icónicos, como el clásico Club Sandwich servido con papas belgas.
Las ensaladas también tienen protagonismo, con el regreso de la Italiana, una combinación irresistible de penne rigate, bocconcinos, palta, tomates confitados y olivas negras, coronada con pesto fresco. Para los encuentros más distendidos, la carta suma nuevos buñuelos y un trío de bruschettas artesanales que celebran el compartir.
Y porque el verano también se disfruta en copa, la propuesta se completa con una selección de tragos y mocktails. Desde el clásico Aperol Spritz o un Gin Tonic bien frío, hasta versiones sin alcohol como el Lemon Ginger Spritz o el Arándano Tonic, pensados para acompañar tardes largas y encuentros al aire libre.
La novedad de esta temporada es la incorporación de una línea sin gluten, con opciones dulces y saladas: rolls veggie, tartas, tostados y tentaciones como el brownie o el cuadrado de coco y dulce de leche.
Con esta propuesta, Le Blé, reafirma su espíritu: una cocina artesanal, hecha con amor, que combina sofisticación relajada y calidez cotidiana. Una invitación a vivir el verano porteño con sabor a pan recién horneado, aroma a café y ese toque francés que transforma cada comida en una experiencia.
at redacción Marie Claire
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