Hace poco tiempo se utilizan para el cuidado y regeneración de la piel, pero también se descubrió que pueden ser agentes de cambio importantes para el cabello. "El organismo está protegido por un conjunto de microorganismos, llamado microbiota, que ayudan contra el daño químico, la polución, la radiación, la caspa y el picor. Los prebióticos promueven el aumento de esta microbiota típica de la piel y cuero cabelludo, balanceando el microbioma de la piel y protegiendo la barrera cutánea", explica Lucila Cardona, de la compañía Primont, que acaba de lanzar la primera línea argentina con prebióticos llamada Bio Balance, con componentes naturales como el matcha y la leche de coco.
Los prebióticos son una especie de "comunidad invisible” que desempeña un papel fundamental de defensa contra los agentes infecciosos del entorno, está conformada por microorganismos como parásitos, microbios, bacterias de diversas cepas, hongos, etc. Y aunque a veces parezca que no son aliados del pelo y la piel, todo lo contrario bien aplicados son fundamentales para la cosmética.
Factores como el estrés, la polución, la exposición a los rayos solares UV, y hábitos nocivos como una higiene excesiva, el uso de cosméticos inapropiados para nuestro tipo y necesidades de piel, fumar, o llevar una alimentación inadecuada, desbalancean a la flora microbiana cutánea. Quizás esta alteración de la microbiota sea una de las principales razones para que, cada vez más, se multipliquen las consultas dermatológicas por pieles intolerantes, reactivas e hipersensibles.
"El matcha es considerado un superalimento porque es rico en catequinas, que son poderosos antioxidantes naturales, contiene vitaminas, proteínas y carbohidratos. Logrando como resultado un efecto antiage, que protege del estrés oxidativo, evitando la decoloración del cabello por acción solar y así favorece el brillo y aspecto saludable", apuntan desde Primont. El kale, otro ingrediente súper poderoso es rico en minerales como el calcio, magnesio y zinc posee Omega 3 y 6 y flavonoides que son antioxidantes que evitan partiduras y resequedad en el cabello. Logrando favorecer la elasticidad del cabello, evitando quebraduras para que crezca largo y sano.
"Se trata de materias primas de uso cosmético, ciertos fragmentos de proteínas y diversos productos que se extraen de fermentaciones y se incorporan en las fórmulas para regular la flora microbiana cutánea, estimulando el crecimiento de las bacterias favorables a fin de recrear un ambiente saludable para la piel: aumentando la hidratación, mejorando la sensibilidad, controlando el sebo y optimizando el aspecto cutáneo global”, desarrolla Patricia Dermer de Lidherma.
at Clara Ballester
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