En la rutina de cuidado de la piel, es muy importante aplicarse productos en el rostro que contengan vitaminas. Estas, son fundamentales para promover la renovación de células y revelar una piel de aspecto saludable. Una vez que se supera la edad de 50 años, el rostro comienza a verse opaco, por falta de brillo y frescura. Un importante nutriente que ayude a combatir esto es la vitamina E.
A diario estamos expuestos a la polución del aire, humo del cigarro y daños provocados por los rayos UV del sol. El uso de vitamina E ofrece un escudo protector contra estos elementos. Los antioxidantes como esta vitamina, aportan luminosidad a la piel del rostro, atenuando manchas y emparejando el tono. Su uso es clave para prevenir el envejecimiento prematuro, proteger la piel, y conservarla más joven, fresca y tersa.
La crema facial que contenga vitamina E ayuda a combatir los radicales libres que son los que provocan la oxidación, es decir, el deterioro del tejido cutáneo en su conjunto. Esto ocurre porque le quitan oxígeno a la célula y afectan su buen funcionamiento, afectando su barrera defensiva. Una crema que contenga este tipo de vitamina repara, impide el daño y previene la aparición de arrugas.
Al buscar una crema que contenga este tipo de vitaminas, se debe contemplar que la concentración de vitamina E sea la adecuada, un 8%. Si bien existen alrededor de ocho tipos diferentes de vitamina E, lo más seguro es encontrar un tipo llamado “alfa-tocoferol” en los productos cosméticos.
FF
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