En agosto del año pasado el régimen talibán volvió al poder y prometió respetar los derechos ganados por las mujeres afganas durante los últimos 20 años. En la práctica esto no fue respetado, excluyeron a las mujeres de los puestos de poder político, y este fin de semana venció el plazo impuesto para que vuelvan al retrógrado uso del burka.
Cuando el régimen talibán ostentó el poder entre 1996 y 2001, las mujeres no podían salir de su casa sin estar acompañadas por un hombre. Tampoco podían trabajar y quienes eran acusadas de adulterio, eran azotadas hasta la muerte. Una encuesta de la fundación Thomson Reuters, Afganistán era en 2011 el peor país donde una mujer podía vivir, y el escenario actual indica que la situación para ellas podría empeorar.
Si bien el ministerio afgano de Promoción de la Virtud y Prevención del Vicio había ordenado a las presentadoras de televisión que adoptaran las nuevas medidas antes de este fin de semana, el sábado un grupo de periodistas de los canales de televisión TOLOnews, Shamshad TV y 1TV desafiaron dicha orden protestando con sus rostros descubiertos al aire.
“Nuestras hermanas temen que, si se cubren la cara, lo siguiente que se les dirá será que dejen de trabajar” reveló Abid Ehsas, jefe de noticias de Shamshad TV en diálogo con AFP, mientras que la represalia de los talibanes sería en principio, despedir a quienes no cumplan con el código de vestimenta, suspendiendo a los hombres cuyas esposas o hijas no obedezcan.
“Durante muchos años, trabajé como periodista para alzar la voz de los afganos, especialmente de las mujeres afganas, pero ahora nuestra identidad está siendo destruida y no hemos hecho nada para merecer esto” expresó la conocida periodista afgana Aaisha en diálogo con The Guardian.
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