Los peligros de la ley del hielo: el silencio puede terminar con nuestra pareja

La ley del hielo, también llamada obstruccionismo es una forma de reaccionar que puede despertar las emociones más negativas en la otra persona: frustración, ira, dolor, o tristeza, entre muchas otras. Esta manera de evadir conflictos acudiendo para ello al silencio y a la ignorancia hace que cualquier relación, amorosa o no, se arruine con el paso del tiempo.

Si sabemos que la comunicación es la clave fundamental en todo vínculo entonces será más que claro el nivel de destrucción que trae consigo este “tratamiento silencioso”. Si surge un problema, las cosas se solucionan hablando y no negándole la palabra a quien tenemos en frente.

¿Qué es la ley del hielo y cómo detectarla?

Se da cuando una de las partes involucradas en la relación decide ya no demostrar sus emociones, sea verbal o físicamente. La persona castiga al otro llamándose a un silencio con el que no comunica absolutamente nada, ni siquiera aquello que le despertó el enojo que lo llevó a tomar esa postura. Quien adopte el obstruccionismo se negará a participar de cualquier conversación y puede llegar a presentar alguno de los siguientes signos típicos:

Ignorar a la otra persona
Cambiar de tema
Contestar con indiferentes “a-ha”
Murmullos molestos
Repetir una y otra vez lo mismo
Desaparecer por largo tiempo
Actuar con frialdad
No hacer contacto visual

Sus causas y efectos

Según las investigaciones, el 85% de las personas que toman esta postura obstruccionista son hombres y la explicación podría encontrarse en sus reacciones fisiológicas. Durante una discusión es probable que el pulso y la presión de un hombre aumenten con mayor rapidez y, al abrumarse, recurren a la ley del hielo.

Sin embargo, esto no quiere decir que las mujeres quedan excluidas de este comportamiento, es más, son muchas las que deciden levantar este muro de silencio cuando la pareja atraviesa por tensiones o problemas. Lo importante es que las partes involucradas en ese vínculo (sea cual fuere) tomen conciencia del daño que este mecanismo produce y de su increíble nivel de toxicidad.

A la larga, la ley del hielo vuelve casi imposible cualquier tipo de diálogo, haciendo que la comunicación con el otro sea cada vez más difícil. Por eso es importante detectar esta manera de comportarse para analizarla y tratar de solucionarla, antes de que sea demasiado tarde y las palabras ya hayan dejado de fluir completamente.

¿Cómo resolver el obstruccionismo?

El primer paso es que los afectados puedan comprender el deterioro que genera la ley del hielo en su relación. El silencio ante un mal entendido o conflicto no es bueno para nadie y no soluciona nada. Una vez que las partes sean conscientes de esto, hay ciertas actitudes que se puedan empezar a implementar para no caer en la ignorancia hacia el otro, estas son algunas de ellas:

Reconocer cuando una discusión está generando malestar en uno, comunicarlo
Si la discusión va en aumento, es recomendable tomarse 20 a 30 minutos para calmar las aguas
Abordar los conflictos con empatía y amabilidad. Todos deben tratarse con respeto.
Acordar que ante un posible problema no se recurrirá a la ley del hielo, sino que el inconveniente se dialogará y se encontrará una solución mediante la sana conversación.