Durante mucho tiempo, el placer femenino fue silenciado, patologizado o directamente ignorado. Aún hoy, en pleno 2025, muchas mujeres sienten que el orgasmo está rodeado de expectativas ajenas, mitos difíciles de desarmar o una sensación de desconexión con su propio cuerpo.
El orgasmo no debería ser una meta, sino una posibilidad entre muchas otras formas de goce. En el Día del Orgasmo Femenino, esta guía busca ayudarte a reclamar tu placer como un espacio de autonomía, no de rendimiento.

1. Volver al cuerpo antes que al clímax
El orgasmo no siempre es inmediato. A veces, lo urgente es reconectar con el cuerpo desde otro lugar: respiración, sensaciones, piel, tiempo propio. No busques “llegar”, buscá sentir.
2. Desprogramarte del mito del “sexo exitoso”
No existe una fórmula correcta ni una coreografía universal. El orgasmo no es el aplauso final de una escena: es solo una de las tantas formas de disfrute posible.
3. Explorar sin vergüenza: tocate, descubrí, probá
La masturbación sigue siendo tabú para muchas mujeres. Pero es una de las herramientas más sanadoras y reveladoras. Tocarte no es egoísmo ni “plan B”: es conocimiento, intimidad y autonomía.
4. Incorporar juguetes, ideas, estímulos y fantasías
Hay tantas maneras de activar el placer como personas en el mundo. El deseo se enriquece con lo lúdico, lo nuevo, lo imaginado. Permitite explorar sin juicio.

5. Desarmar la culpa: no estás fallando si no tenés ganas
La presión de tener orgasmos (en pareja o sola) puede convertirse en una nueva forma de autoexigencia. Si hay algo que bloquea el placer, es la culpa. El deseo también necesita descanso, escucha y permiso.
6. Identificar qué te corta el deseo (y poner límites)
No todo lo que se “supone que te debería gustar” es lo que realmente querés. El cuerpo no responde a mandatos. Si algo incomoda, aburre o irrita: podés decir que no.
7. Hablarlo: con tu pareja, con amigas, con voz propia
El silencio no protege. Compartir dudas, frustraciones, descubrimientos o miedos abre la puerta a vínculos más honestos, menos performativos. El orgasmo también es una conversación pendiente.
8. Buscar ayuda si hay bloqueo, trauma o dolor
El placer no debería doler. Si el orgasmo se vuelve inalcanzable, forzado o directamente angustiante, hay profesionales de la salud y la psicología sexual capacitados para acompañarte. Pedir ayuda también es un acto de amor propio.
at redacción Marie Claire
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