Burn out maternal: qué es y cómo reconocerlo (y solucionarlo)

Si sos madre, posiblemente más de una vez te sentiste agotada, abrumada, sintiendo que no das más.

Quienes maternamos podemos experimentar burnout maternal: es un estado de agotamiento físico, emocional y mental que puede experimentar una madre debido a las exigencias y responsabilidades asociadas con la crianza de los hijos y el manejo del hogar. Este estado de desgaste se caracteriza por una sensación abrumadora de cansancio, falta de energía, desmotivación y, en muchos casos, sentimientos de ineficacia y desapego emocional hacia los hijxs.

¿De donde surge que haya tantas presiones y expectativas que a las madres no terminan oprimiendo?

La sociedad patriarcal tiene una influencia significativa en la aparición del burnout maternal. En un contexto patriarcal, las mujeres suelen cargar con la mayor parte de las responsabilidades domésticas y de cuidado, a menudo sin un reconocimiento adecuado o apoyo suficiente. Se espera que seamos madres abnegadas, parejas perfectas y profesionales dedicadas. En definitiva, que maternemos como si no trabajaramos, y trabajemos como si no maternaramos. Estas expectativas de género pueden generar una presión inmensa sobre las madres, llevándolas a asumir múltiples roles sin el descanso necesario.

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Además, la falta de políticas de apoyo, como licencias parentales adecuadas, servicios de cuidado infantil accesibles y equitativos, y una distribución justa de las tareas domésticas, contribuyen a que las mujeres sientan que deben manejar todo por sí mismas. Esta sobrecarga puede ser especialmente aguda si también están trabajando fuera de casa.

Primeras señales del burnout maternal

Las primeras señales del burnout maternal pueden incluir:

Agotamiento constante: Sentirse cansada todo el tiempo, incluso después de dormir.
Irritabilidad y cambios de humor: Tener menos paciencia y sentirse fácilmente frustrada.
Desapego emocional: Sentir una desconexión emocional de los hijos o una falta de satisfacción en el rol de madre.
Pérdida de interés en actividades: Dejar de disfrutar actividades que antes eran placenteras.
Dificultades de concentración: Tener problemas para concentrarse o tomar decisiones.
Problemas físicos: Dolor de cabeza, problemas digestivos y otros síntomas físicos de estrés.

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¿Cuales son las consecuencias de no tratar el burnout maternal?

No tratar el burnout maternal puede tener serias consecuencias tanto para la madre como para su familia. Algunas de las posibles consecuencias incluyen:

Problemas de salud mental: Depresión, ansiedad y otros trastornos del estado de ánimo.
Impacto en la relación con los hijos: Puede afectar negativamente el vínculo entre madre e hijos, llevando a problemas de comportamiento y emocionales en los niños.
Deterioro de relaciones personales: Las relaciones con la pareja, familiares y amigos pueden sufrir debido a la irritabilidad y el desapego emocional.
Problemas de salud física: El estrés crónico puede llevar a problemas de salud como hipertensión, enfermedades cardíacas y debilitamiento del sistema inmunológico.
Disminución de la calidad de vida: La madre puede sentirse incapaz de disfrutar de la vida y cumplir con sus responsabilidades diarias.

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Es fundamental buscar apoyo y tratamiento si se reconocen las señales de burnout maternal. La psicoterapia puede proporcionar herramientas para manejar el estrés, establecer límites saludables y encontrar formas de compartir las responsabilidades de manera más equitativa. También es importante abogar por cambios estructurales en la sociedad que reduzcan la carga desproporcionada que muchas mujeres enfrentan en su rol de madres.

Lic. Laura Müller. Psicóloga sistémica y TCC, terapeuta de parejas y sexóloga. IG @lic.laura.muller

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