Robert Kime, el emblemático diseñador de interiores apreciado por las altas esferas de la sociedad, murió a los 76 años de edad. El creativo, nacido en 1946, llegó a la eminencia en la profesión gracias al comercio de antigüedades, el coleccionismo de textiles y la pasión por armar las habitaciones de una manera que refleje un sentido de lugar e idoneidad. Con un aire de permanencia natural, decoró algunas de las casas más importantes de Inglaterra, incluidas Highgrove y Clarence House.
“A menudo se oye hablar de personas de las que se dice que tienen buen ojo, pero Robert Kime debe ser sin duda uno de los mejores” aseguró el príncipe Carlos sobre el diseñador de interiores, que fue nombrado teniente de la Real Orden Victoriana en 2003.
Cuando Kime finalizó sus estudios en Historia Antigua, ya estaba pensando en armar su propia tienda de antigüedades, tras el pedido de la científica Miriam Rothschild para ayudarla a vender su gran colección familiar. En 1970, Robert se casó con Helen Nicoll y la pareja se trasladó a una escuela gótica de Mildenhall (Wiltshire) donde desarrollaron su negocio de antigüedades que vendía objetos anteriores a 1700.
En la década de 1980, Robert Kime fue contratado para remodelar la casa del príncipe de Gales en Highgrove. Tal fue el éxito de su trabajo, que luego siguieron importantes transformaciones para las propiedades más destacadas de Inglaterra. Mientras la demanda de su trabajo crecía, su gran stock de textiles antiguos comenzó a disminuir. Esto hizo que el diseñador comenzara a producir sus propias telas.
Robert también fue el encargado de remodelar Clarence House, cuando Carlos de Inglaterra heredó esta propiedad tras el fallecimiento de su abuela, la Reina Madre, en marzo de 2002. “La parte visible para el público tenía que ser delicadamente monumental, pues se trata de una residencia oficial, pero también quería crear una atmósfera en la que se pudiera mantener una conversación normal con el príncipe sin sentirse abrumado. Tenía que resultar igual de cómodo para el jardinero sentarse a hablar con él, que para la reina de España” expresó el creativo en una entrevista.
Además de las propiedades de los miembros de la Familia Real británica, Robert trabajó en las casas de la diseñadora de modas Daphne Guinness y el duque de Beaufort. Junto a Claire Jackson y Orlando Atty, creó su compañía “Robert Kime Design Limited”, para crear una atmósfera de exclusiva comodidad a sus clientes de todo el mundo.
at. Redacción Marie Claire
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