Liza Kharoubi Echenique es doctora en Filosofía y en Literatura Inglesa, recibida de La Sorbonne, en París. Nació en Marsella, Francia, y perfeccionó su formación en las más prestigiosas universidades del mundo. Pero no fueron solo Oxford o Harvard las que marcaron el camino en el que elige desempeñarse actualmente. Sino que fueron cruciales las experiencias y las pasiones que se atravesaron.
Tras vivir en varios países, entre los que se encuentran muchos años en la Argentina, y explorar distintas culturas, se dedicó de lleno a la consultoría de Estrategia de Lujo en la industria de yachting, en lo que hoy se desempeña desde Miami.
Reinventar el lujo con diseño, sustentabilidad y compromiso social
Una vida “multicultural”
Protagonista de una vida “multicultural”, encara con decisión cada desafío, y así es como incluso llegó junto a su marido, Diego, argentino y bailarín semiprofesional de tango, a ser semifinalistas del Campeonato Mundial de Tango en 2008 en Corea del Sur. En sus palabras, su estilo de vida le permite obtener “lo mejor de muchos mundos”, y en definitiva, lo que la empuja a innovar y reinventarse.
"Argentina me dio la bienvenida y socialmente es un país maravilloso. Tengo la visión de una extranjera que disfruta mucho de la cultura, del arte, de los paisajes extraordinarios”, asegura. “Tiene mucho potencial como país nuevo y todo queda por escribir", agrega al relacionarlo con su especialidad.
"Hoy en día, el lujo es ante todo una estrategia empresarial”, define la experta que también ejerció la docencia en países como Nueva Zelanda, Francia, Inglaterra y también en la Argentina, en la Universidad Torcuato Di Tella. “Se puede aplicar a casi cualquier cosa, desde una empresa de IT (como Apple) hasta utensilios de cocina (Le Creuset) y servicios profesionales (McKinsey & Company)”, se explaya la consultora en desarrollo de negocios de lujo para &Beyond Yacht Charters y también broker de yates para Yachtzoo.
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Qué es hoy el lujo y hacia dónde va la industria
Al igual que cualquier industria, el lujo y la percepción alrededor de lo que conlleva varía conforme a la época y las percepciones sociales. “Lo que lo caracteriza es que los clientes están dispuestos a pagar más de lo que normalmente pagarían por la ‘experiencia’ adicional que obtienen al comprar un producto o servicio.
A veces es realmente transformadora y debería ser acreditada como tal”, detalla la especialista. “Como estrategia puede contribuir enormemente al impacto social y ambiental, por ejemplo, y convertirlos en aspiraciones. Si lo que tiene un impacto social y ambiental es el lujo, entonces la gente lo deseará aún más”, agrega. En relación con la Argentina, destaca el potencial de la industria del turismo, la heladería y el cuero, lo que hace que el país sea un “buen candidato para el lujo de mañana”.
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En esa línea, analiza que todo se orienta a terrenos más éticos. “El director general del primer grupo mundial de yates, Marinemax, acaba de publicar un libro titulado Relentless Caring: If you don’t give a damn, don’t expect anyone else to, en el que muestra cómo los beneficios de su negocio náutico provinieron literalmente de una sistematización de una cultura del cuidado”, ejemplifica Kharoubi.
“El lujo no es acumulación de riqueza, se alimenta del deseo y del sueño. Creo que Francia y Estados Unidos todavía comparten este sueño, como Eiffel y la Estatua de la Libertad”, define al vincular dos países en los que vivió. "La industria del lujo es muy original, tiene que ver con la dimensión simbólica de la sociedad. Siempre fui una apasionada por la cultura, las palabras, el arte, y acá se reflejan y se aprovechan todos estos aspectos.”, cierra.
at Carmen Árevalo
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