Conocé a tres "intrépidas" mujeres que decidieron llevar la "revolución silver" a otro nivel

María Teresa Cibils (72), Karina Boronat (55) y Eve Grynberg (60) se conocieron durante la pandemia. En ese momento, no imaginaban que juntas llevarían la llamada "revolución silver (o senior)" a otro nivel.

María Teresa es asistente social pero siempre se expresó a través del arte: cantautora, poeta, ilustradora y escritora de libros para niños, fotógrafa, actriz. Le gusta jugar con las prendas, como si llevara el arte en el cuerpo. Su mundo es pura poesía. Ama los accesorios.  Siempre con un “chapeau” y anteojos y sus labios pintados. Tiene tres hijos con quienes comparte el arte: Coni, Juan y Hernán, y tres nietos, Lua, Margarita y Victor.

Karina es asesora y coach de imagen, con su trabajo ayuda a quienes la consultan a potenciar su imagen y redefinir su estilo personal, es además es productora de moda, modelo e influencer. No dudó en cortarse el cabello y llevar el arte en la piel con infinitos tatuajes en busca de la imagen que hoy la representa, ella  apostó a una familia ensamblada con Gabriel después de los 50.

Eve es francesa radicada en Buenos Aires. Trabajó durante diez años en Marie Claire Francia antes de llegar a Buenos Aires. Anda por la vida con una cámara de foto al hombro. Es especialista en marketing de lujo y productora de eventos pero a partir de la pandemia decidió dedicarse a la fotografía. Se dice de ella que retrata el alma y que es "arquitecta del bienestar". Eve mira y sabe ver lo que otros no. Su mundo es bello, delicado y muy parisino. Madre de Elsa y Pierre, abuela de Emma.

De "fabulosas" a "intrépidas"

Todo empezó cuando Eve trabajaba para su muestra Fabulosas. Decidida a sublimar a las mujeres maduras, y darles visibilidad, Eve retrató a más de 50 mujeres de las cuales Karina y Maria Teresa fueron parte. Juntas comenzaron a llamarse Las Intrépidas. Comparten las mismas inquietudes y la necesidad de formar parte del tejido social actual. Las une la pasión por la vida y el arte. Quieren transmitir a los jóvenes un mensaje positivo sobre lo bello de envejecer.

Las intrépidas quieren inspirar y abrir el juego a las mujeres en su tránsito por la vida, entre otras cosas, demostrarles que la nueva longevidad nos invita a estar activas, en movimiento, porque en definitiva también se trata de tener una mejor calidad de vida. Quieren motivar a las mujeres más jóvenes para que puedan planificar y proyectar su segunda mitad de vida.

A su manera luchan  contra el "edadismo". La vida, afirman contundentes, no se apaga a los 50, más bien entra en una muy maravillosa etapa, llena de experiencias y desafíos nuevos, tamizados por una mayor seguridad personal. Para ellas no las define ni la edad ni el color del cabello, las define su actitud y dicen que el secreto está en abrazar el paso del tiempo y atesorarlo.

at Clara Ballester