Cada año ocho millones de toneladas de desechos plásticos terminan en el océano, y sólo la mitad de estos han sido fabricados hace apenas 15 años. Los números son contundentes y estas cifras desaniman a cualquiera. Muchos de los plásticos “biodegradables” sólo pueden descomponerse cuando se exponen a temperaturas más altas de las que podrían alcanzar en el mar. Es por esto que cada vez más tiendas están siguiendo la tendencia de buscar una segunda vida a este material desechable, creando anteojos de sol y gafas de lectura a través del plástico reciclado.
Las organizaciones reutilizan botellas y tapitas de plástico para agregarle valor a uno de los residuos que más se generan a diario. El plástico recolectado (o con tu residuo plástico como forma de pago), es triturado, lavado y transformado en pellets que luego, con un proceso de inyección, ingresa en las matrices que fabrican marcos de gafas de sol o lectura 100% sustentables, con una leyenda en las patillas que explica al usuario su origen.
Desde el año 2012, Mutan lleva reciclados más de 30.000 kilos de plástico, que equivalen a 12 millones de tapitas plásticas. Este hecho implica un ahorro de 60.000.000 litros de agua, que se utilizarían para la producción de nuevos plásticos.
Con el objetivo de generar un vínculo entre la comunidad y el medio ambiente, desde 2017 Bond lleva reciclados más de 50.000 kilos de plástico, y en parte convertidos en anteojos de sol y de lectura. “Las gafas nos parecían un símbolo para empezar a ver las cosas de otra manera. Desarrollamos un producto que generara cero desperdicios en un proceso 100% circular” expresó su creador Malcolm Rendle, que en 2022 proyecta fabricar 10.000 gafas por mes para abastecer tanto al mercado local como internacional.
Accedé a los beneficios para suscriptores
- Contenidos exclusivos
- Sorteos
- Descuentos en publicaciones
- Participación en los eventos organizados por Editorial Perfil.
Comentarios