Su nombre suena a otra época, pero cada vez más se escucha en los bares porteños la frase: “¡Mozo, un vermú!”. Es un vino macerado en hierbas que se consume como aperitivo. Por lo general el rojo es de origen italiano, mientras que el blanco tiene raíces francesas.
“Su implicancia en la cultura argentina estuvo impulsada por la gran corriente migratoria italiana que llegó entre 1880 y 1950. La reinvención se está dando en lugares icónicos que buscan generar nuevas experiencias y acercar productos a nuevos públicos”, señala Mariano Maldonado, Director de Marketing de Campari Group Argentina.
Esta bebida se produce muchísimo menos que hace 20 años. Según la Cámara Licorista argentina en 2001 se elaboraban 45 millones de litros, mientras que hoy 20 millones.
“No podemos hablar del auge del vermut, pero sí de una resignificación de esta categoría en el mapa de los apertivos, en el cual el Fernet empieza a caer por primera vez frente a la llegada de estos sabores”, informa Manuel Sorrosal, Gerente de Marketing de Grupo Cepas.
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Desde Cinzano desarrollaron la propuesta Hoy Vermut, un mapa interactivo de bares dónde probarlo y preparan junto a Cinzano una vermutería pop up durante el Mundial de fútbol en Moscú y San Petersburgo.
La fuerza
Con sello juvenil y propio
Este espacio en una ochava de Chacarita es el más nuevo de la ciudad y el único elegido por la lista TIME Magazine's 2019 World's Greatest Places de Argentina. Se diferencia también porque abrió exclusivamente como vermutería. “Decidimos investigar y trabajar hasta crear un vermú propio, elaborado con vinos locales, alcohol destilado de vino y usando hierbas mendocinas.
El producto se produce y embotella en Mendoza, por eso decimos que es un vermú de los andes”, cuenta Martín Auzmendi, uno de los socios fundadores. La bebida tiene su versión roja o blanca que se acompaña con el típico sifón antiguo y puede acompañarse con picadas o una opción de tapas. El ambiente es moderno, relajado e ideal para ir con amigos o en pareja.
Los galgos
Pioneros
Fue fundado en 1930 y reabierto y reacondicionado en 2016. Está en una de las esquinas más lindas de Avenida Callao y, por supuesto, tiene el título de café notable. “Somos los único que servimos vermut tirado con una choppera”, cuenta Tomás Heffernan, encargado del bar, quien agrega: “Ofrecemos Cinzano Rosso, una versión de Negroni y Galgos Punkie (con Aperol, Cinzano Bianco y Cynar)”.
Para acompañar las charlas con esta bebida proponen el famoso platito de acero inoxidable Triolé con quesos y fiambres regionales o mismo el copetín Los galgos, una picada para 4 o 6 personas. De 18 a 20 horas tienen la Hora vermu, un happy hour imperdible.
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La Flor de Barracas
Espíritu de barrio
En Avenida Suárez 2095 llama la atención este bar de principios de siglo pasado que sigue reuniendo a público de todas las edades. Si bien su especialidad es la cocina de olla, el café y el vermut también son protagonistas de sus menúes.
“Hacemos muchas presentaciones de libros o conciertos y la gente que viene siempre se pide un vermú con una picadita, así como los domingos al mediodía”, cuentan Carlos y Lucio Cantini, dueños del lugar.
Negroni, Cinzano y Campari con naranja son los aperitivos que más piden los habitúe, los mismos que generalmente acompañan con una tablita de sopresatta, Leberwurst con pepinos agridulces y queso Sardo.
CJS La vermutería
Cool y singular
El conocido chef Lelé Cristóbal, alma mater de Café San Juan, abrió en 2016 este local ubicado en Chile 474. El cocinero, que siempre se destacó por servir tapas, suma de esta manera aperitivos a su propuesta.
De la mano de Cinzano prepara el “Aperitivo de la casa”, con Cinzano Bianco, Cynar y Fernet y “El vermut de la casa”, con Cinzano Rosso, soda y limón. El ambiente es muy colorido, moderno y con música y ambiente para pasarla súper bien entre amigos.
Lo de García
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Pura tradición
Cualquiera que viva en Devoto y alrededores conoce esta famosa esquina de Sanabria y José Pedro Varela fundada en 1927. Mesas de billar, una gran barra y salones repletos de reliquias asoman apenas uno pone un pie en busca de un rico vermut.
“Servimos Gancia, Cinzano con Fernet y Martini Rosso y Bianco acompañado de una picada súper especial con encurtidos, salchichas, cazuelas y carnes al escabeche”, explica Juan Parley, encargado del reducto, quien afirma que la mayoría de los clientes que se acercan por un aperitivo son hombres que superan los 50 años.
“Igualmente hay jóvenes que de a poco se están animando a probar esta bebida más amarga y que les recuerda a sus abuelos”, señala.
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