Qué significa Plutón en la carta natal

Para la Astrología, los planetas son muy importantes para las personas, ya que de su posición en la Carta Astral se desprende información sobre nuestros rasgos de personalidad. Plutón es uno de esos planetas clave. Se trata del último de los cuerpos celestes que estudia esta práctica esotérica, y es un planeta transpersonal, porque su movimiento es muy lento y más que nada marca la forma de actuar de generaciones. 

Qué es la carta natal y para qué sirve

La carta astral es una fotografía de cómo estaba el cielo en el momento de nuestro nacimiento. Se trata de la herramienta de autoconocimiento básica de la astrología y describe las energías que conforman la esencia de cada persona. Habla de nuestra personalidad y de todas las áreas de nuestra vida. Es posible que no nos reconozcamos o identifiquemos con distintas energías, pero no significa que no están, significa que las vamos a vivir a través de experiencias externas y/o a través de los vínculos, para que aprendamos a integrarlas.

Qué necesito para conocer mi carta natal

Para conocer cuál es tu carta natal es necesario conocer día, hora, mes, año y lugar de nacimiento. Con este estudio se puede saber cómo estaban ubicados los planetas al momento del nacimiento. Esto permite conocer en profundidad aspectos de tu personalidad, capacidades y talentos.

Qué significa Plutón en la carta natal

Plutón habla de la oscuridad, la muerte y la transformación. Tiene relación con nuestro inconsciente más profundo, con lo que se esconde y no se quiere mostrar a los demás. Donde lo tengamos en nuestra Carta Astral, será el lugar desde el que debamos profundizar y trabajar en nuestros traumas. 

También tiene que ver con la muerte de viejas pautas, los temas tabú, la intensidad y la sexualidad. Es un planeta muy obsesivo y sufrido, que suele relacionarse con el poder y el control de las cosas. 

Habla de tener crisis y renacer, de afrontar aquellas cosas de las que no se quieren hablar. Para entenderlo, hay que comprender también que sin oscuridad no hay luz, y viceversa.