Mindful eating es un hábito alimenticio que consiste en comer conscientemente, de esta manera vamos a poder disfrutar del momento en el que comemos y de cada cosa que ingerimos, para no comer sólo para saciar el hambre.
Esta costumbre cada vez es más implementada ya que colabora con tu organismo, te ayuda a saber qué es lo que estás ingiriendo en tu cuerpo y de esta manera tomar las decisiones alimentarias pertinentes que te van a llevar a obtener un mayor bienestar.
La alimentación consciente deriva de la filosofía, de atender plenamente, una práctica que se utiliza en muchas religiones desde hace mucho tiempo. Mantener la atención plena afecta los pensamientos, las emociones y las sensaciones físicas de nuestro momento presente. Y esto se hace para volvernos conscientes de la situación y de nuestras elecciones, en lugar de sólo reaccionar ante ellas.
En el mindful eating se utilizan todos nuestros sentidos físicos y emocionales para poder disfrutar plenamente de los alimentos que elegimos consumir. Esto colabora a que la gratitud por la comida aumente, lo que mejora la experiencia de comer. Alimentarnos conscientemente nos incita a tomar decisiones que van a ser satisfactorias y nutritivas para el cuerpo. Lo importante de concientizar sobre lo que comemos es cambiar hábitos para poder beneficiarnos a nosotros mismos y a nuestro entorno.
Comer conscientemente se centra en las experiencias alimentarias, en lo que sentimos en el cuerpo cuando comemos, en lo que pensamos, en nuestras sensaciones, para ser conscientes sin juzgar.
Tenemos que pensar a fondo acerca de la comida, de donde vino, quien lo preparó, como la preparó y da cuenta de todo lo que afecta a la cantidad que comemos. Si somos conscientes podemos ver cómo es, qué gusto tiene, a qué huele y podemos sentir lo que comemos y reconocer cómo nos sentimos después de comer. Y en un sentido más amplio el mindful eating nos ayuda a reflexionar sobre cómo nuestras elecciones alimenticias afectan nuestro entorno local y global.
¿Cómo practicar mindful eating?
1.- Reconoce la importancia de la comida, desde dónde se cultivaron los alimentos hasta quién la preparó.
2.- No te distraigas a la hora de comer para tener una mejor experiencia.
3.- Pone en práctica todos los sentidos, observa los colores, sentí los sabores, las texturas, los sonidos, ole los olores, fijate como se siente comer, es importante hacer pausas periódicamente para involucrar estos sentidos.
4.- No sirvas grandes cantidades para evitar comer en exceso y el desperdicio de alimentos. Elegí un plato mediano y sólo serví una vez. Es esencial saborear cada bocado y masticar lentamente. Hay que tener en cuenta todo esto para comer más lento y experimentar plenamente todos los sabores de la comida.
5.- Comer despacio evita comer en exceso. Al comer lentamente podés identificar el momento en que ya te sientes satisfecha o cuándo te estás por llenar para dejar de comer.
6.- Es importante no saltarse comidas, ya que esto aumentará el hambre y te va a llevar a elegir alimentos rápidos y fáciles, que no siempre son saludables y conscientes. Tenés que tener una rutina, mantener día a día un horario para las comidas con el fin de reducir estos riesgos.
7.- Implementa una dieta basada en plantas en tu mindful eating, esto no sólo es bueno para tu salud, sino también para el planeta. La carne procesada y las grasas saturadas se asocian con un mayor riesgo de cáncer de colon y enfermedades cardíacas, además la carne y los productos lácteos impactan negativamente en el medio ambiente, cosa que no hacen los alimentos de origen vegetal.
ML
Accedé a los beneficios para suscriptores
- Contenidos exclusivos
- Sorteos
- Descuentos en publicaciones
- Participación en los eventos organizados por Editorial Perfil.
Comentarios