Meryl Streep: “Prefiero ser rebelde que esclava” y otras frases que son lecciones de vida

El Premio Princesa de Asturias de las Artes fue el último galardón con el que se reconoció la impecable labor de Meryl Streep a lo largo de todos estos años. No por nada es la actriz con más nominaciones al Oscar (21 menciones), y es que su carrera incluye un listado infinito de películas y series con las que ha deslumbrado, dejando en evidencia sus dotes actorales. Desde dramas hasta las más divertidas comedias, Meryl no deja de demostrarnos que es una excelente interprete.

No obstante, además de su profesionalismo, Streep también es conocida por una multitud de enseñanzas de vida que nos ha dejado cada vez que habla al público desde su persona, y no tras la máscara de un personaje. A continuación te dejamos 10 frases que supo expresar la artista y que nos hacen reflexionar sobre la vida, nuestra persona y sobre quienes nos rodean.

Las 10 mejores lecciones de vida de Meryl Streep

“La belleza y el atractivo se basan en la inteligencia, el sentido del humor, y en el interés y curiosidad con el que ves la vida. Que nadie me arrebate las arrugas de mi frente, conseguidas a través del asombro ante la belleza de la vida; o las de mi boca, que demuestran cuánto he reído y cuánto he besado; y tampoco las bolsas de mis ojos, en ellas está el recuerdo de cuánto he llorado. Son mías y son bellas". Esto decía Meryl cuando le cuestionaron por qué no se había hecho ninguna cirugía para borrar las señales de la vejez. Por supuesto que la pregunta causa indignación, pero lejos de contestar con enojo, la actriz salió victoriosa con una respuesta que nos deja pensando sobre el paso del tiempo y la transformación absolutamente natural que sufre nuestro cuerpo.

"Ya no tengo paciencia para algunas cosas. Llegué a un punto de mi vida en que no me apetece perder más tiempo con aquello que me desagrada o hiere. No tengo paciencia para el cinismo, envidias, criticas en exceso y exigencias de cualquier naturaleza. Perdí la voluntad de agradar a quién no agrado, de amar a quién no me ama y de sonreír a quien no quiere sonreírme. Ya no dedico un minuto de mi tiempo a quién miente o quiere manipular a mi misma u a otras personas". Con esta segunda lección, Streep nos hace recapacitar acerca de lo valioso que es nuestro tiempo. La vida es demasiado corta para hacer cosas que no queremos o para intentar agradar a aquellos que no nos demuestran ni un gramo de afecto.
"Decidí no convivir más con la pretensión, hipocresía, lo superficial, la deshonestidad y elogios baratos. No soporto conflictos y comparaciones. Creo en un mundo de opuestos y por eso evito personas de carácter rígido e inflexible". La interprete nos invita a aceptar la diversidad y los constantes cambios que se dan en el mundo y a aceptarlos, pero desde una posición honesta. Quizás es necesario trabajar en nuestro interior y personalidad para desarrollar nuestra capacidad de aceptar que otro puede pensar diferente, y no solo está bien, sino que es lo que enriquece a la sociedad.

"En la amistad me desagrada la falta de lealtad y la traición. No me llevo nada bien con quién no sabe elogiar o incentivar a las personas. Las exageraciones me aburren y tengo dificultad en aceptar a quien no gusta de los animales. Y, por encima de todo, ya no tengo paciencia ninguna para quién no merece mi paciencia". Aprender a distinguir las amistades reales, de eso podría tratarse esta enseñanza. No queremos estar rodeadas de personas falsas, sino más bien de verdaderos amigos que nos motiven a perseguir nuestros objetivos pero que además nos marquen nuestras posibles falencias para intentar mejorarlas.
"El gran don de los seres humanos es que tenemos el poder de la empatía. No confundas tener un título universitario con tener educación. El título es un papel, educación es responder cuando te dan los buenos días". Brillante análisis que soltó la actriz y que nos hace poner el foco en las virtudes realmente fundamentales de las personas, como lo es ponerse en el lugar del otro y ser comprensivo.
"Prefiero ser rebelde que esclava, insto a las mujeres a la rebelión". Es sabido que Meryl siempre peleó por el reconocimiento de las mujeres en la industria del cine y la televisión, pero también apoya esta tarea en cualquier ámbito de la vida. Fomenta a que el género femenino se movilice y luche por sus derechos e igualdad.

"Al final, lo que importa es lo que tú sientes. No lo que te dijo tu mamá. No lo que te dijo otra actriz. No lo que todo el mundo te ha dicho sino esa pequeña pero latente voz dentro de ti". Hagamos a un lado la opinión de otros, y sepamos escuchar lo que realmente queremos nosotras.
"Debes aceptar que envejecerás, La vida es valiosa y cuando has perdido a mucha gente te das cuenta de que cada día es un regalo". Aquí, una vez más la intérprete hace mención del paso del tiempo y lo resignifica. Debemos valorar cada momento y agradecer por cada nuevo día.
"Para las mujeres jóvenes, diría que no se preocupen tanto por su peso. Las chicas pasan demasiado tiempo pensando en eso, y hay cosas mejores. Para los jóvenes, hombres y mujeres, lo que te hace diferente o raro, esa es tu fuerza. Todo el mundo trata de parecer una especie de cortador de galletas, y en realidad las personas que se ven diferentes son las que son recogidas. Solía odiar mi nariz. Ahora no. Está bien". Un mensaje de aceptación y de empoderamiento, tan necesario en una sociedad que constantemente quiere instalar estereotipos de belleza y marcarnos cómo deberíamos lucir.
"La falta de respeto incita a la falta de respeto. La violencia incita a la violencia. Cuando los poderosos utilizan su posición para humillar perdemos todos". Por último, una poderosa lección en la que llama al diálogo, a la empatía y al respeto.