Despertar hinchadas por la mañana puede pasarnos a todas y tiene un nombre que seguro habrás escuchado, y es la famosa “cara de almohada”. Este fenómeno tiene sus causas en nuestros hábitos, desde la alimentación hasta el descanso.
La cara de almohada se da cuando amanecemos con inflamación en la zona de los ojos, el pómulo alto, la zona mandibular, y la nariz. Aunque lo fundamental para evitarla es tener un descanso reparador de 7 a 8 horas, existen otras cuestiones cotidianas a las que también deberíamos prestar atención. Estas son las principales causas por las que nos despertamos con el rostro hinchado:
- Mala hidratación: es fundamental consumir las cantidades mínimas de agua al día, esto es, litro y medio o dos litros. Poner en marcha este hábito contribuirá a que podamos desechar los líquidos correspondientes de nuestro cuerpo.
- Dormir mal: No dormir 7 u 8 horas puede tener un efecto directo en nuestro cuerpo y aspecto. Cuando nos desvelamos se elevan los niveles de cortisol, la hormona del estrés. El exceso de cortisol genera resistencia a la insulina, y esto por tanto, genera altos niveles de glucosa en el organismo.
- No limpiar nuestro rostro antes de dormir: aunque no lleves una rutina de skincare con todas las letras, lo importante es que vayas a dormir con la cara totalmente limpia. Esto ayudará a que nuestra piel se oxigene durante las horas de descanso.
- Mala alimentación: se deben evitar los alimentos ricos en sodio, ya que estos provocan la retención de líquidos y por tanto fomentan la hinchazón al despertarnos.
- Mala postura al dormir: la parte superior del cuerpo debe quedar ligeramente más elevada que el resto del cuerpo durante las horas de sueño. La almohada debe mantener la cabeza elevada (evitando que esta quede a la misma a la altura que los pies) ya que estimula el drenado linfático natural de nuestro organismo.
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