La respiración lunar es una técnica de respiración pensada para facilitar el sueño. Al activar el sistema nervioso parasimpático, favorece la calma y la relajación. De origen japonés, se basa en respirar únicamente por la fosa nasal izquierda y puede ayudar a volver a dormir después de despertarse durante la noche.
En este artículo te contamos cómo funciona la respiración lunar, cuál es su respaldo científico y cómo practicarla paso a paso.
¿Te suena esta situación? Te despertás en medio de la noche, mirás el reloj y sentís de inmediato que el sueño quedó lejísimos. Los pensamientos empiezan a acelerarse y el cuerpo entra en modo “alerta”, en lugar de descansar. Según especialistas en sueño, esto no es casual: en esos momentos suele aumentar levemente el nivel de cortisol, la hormona del estrés, y el cerebro se vuelve más propenso a la ansiedad y al exceso de pensamientos.
Para este escenario existe una alternativa suave y accesible: una técnica de respiración de origen japonés conocida como respiración lunar. No necesitás apps de meditación, ni el celular, ni ningún elemento especial: solo tu respiración, que ayuda a calmar el sistema nervioso y a reconectar con el ritmo natural del sueño.
¿Qué es la respiración lunar?
Este método —conocido en el yoga como Chandra Bhedana Pranayama, y también llamado respiración por una sola fosa nasal— no es nuevo, pero volvió a cobrar protagonismo gracias al libro Kaizen: The Japanese Method for Small-Step Change, de la escritora Sarah Harvey. Allí, la autora explica cómo los pequeños rituales repetidos de manera consciente pueden generar cambios profundos a largo plazo, incluso en algo tan simple como la respiración.
La respiración lunar es, en esencia, un ejercicio de desaceleración. Mientras estás acostado en la cama, tapás suavemente la fosa nasal derecha con el pulgar y respirás solo por la izquierda durante dos o tres minutos. Nada más. Y, sin embargo, el efecto suele ser rápido: el pulso se aquieta, los pensamientos se calman y los párpados empiezan a pesar. El descanso vuelve a aparecer.
¿Qué pasa en tu cuerpo cuando la practicás?
Respirar por la fosa nasal izquierda estimula principalmente el hemisferio derecho del cerebro, asociado a la relajación, el procesamiento emocional y la intuición. Al mismo tiempo, activa el sistema nervioso parasimpático, responsable de llevar al cuerpo a un estado de reposo después del estrés o la tensión.
Un estudio pequeño realizado en 2022 con estudiantes de medicina mostró que, después de cuatro semanas de práctica regular, mejoró la calidad del sueño y disminuyeron los niveles de estrés. Si bien no se trató de una investigación a gran escala, refuerza lo que las tradiciones orientales saben desde hace siglos: la respiración consciente tiene un impacto directo sobre la fisiología del cuerpo.
Cómo probar la respiración lunar
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Quedate acostado o sentate con la espalda recta.
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Tapá suavemente la fosa nasal derecha con el pulgar.
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Inhalá lentamente por la fosa nasal izquierda, sostené un instante y exhalá con la misma lentitud.-
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Repetí este ritmo durante 2 o 3 minutos.
No se trata de contar respiraciones, sino de aflojar. El objetivo es que el cuerpo desacelere por sí solo. Si la practicás con regularidad, vas a notar que cada vez actúa más rápido.
Paso pequeño, impacto grande
En el espíritu del kaizen, acá tampoco importa la perfección, sino la intención. A veces, una sola respiración consciente alcanza para cortar el espiral del estrés.
La respiración lunar no es una solución mágica ni reemplaza un tratamiento médico. Pero sí es una herramienta simple, segura y natural que le recuerda al cuerpo y a la mente algo que ya saben de manera instintiva: cómo calmarse, incluso en medio de la noche.
Este artículo se publicó originalmente en MC Hungría.
at redacción Marie Claire
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