Discriminación alimentaria: exclusión por ser vegano, vegetariano o celíaco

Algunas personas con alergias, restricciones o elecciones alimentarias se han sentido excluidas de planes con amigos y familiares simplemente por el hecho de comer “diferente” al resto. Los grupos de mayor confianza suelen hacer comentarios discriminatorios y chistes al respecto.

Argentina es uno de los países con mayor producción de carne en el mundo, el asado es una de las comidas insignias, que además de contar con miles de cortes de carne, une a la gente alrededor del fuego como en los inicios de nuestra civilización.

Paradójicamente, Argentina es también uno de los países con mayor porcentaje de vegetarianismo y veganismo opcional, sacando de la ecuación a los países vegetarianos por cuestiones religiosas. Por su parte, en cuanto a la celiaquía, 1 de cada 100 argentinos es intolerante al gluten.

Durante las reuniones sociales, en gran parte los asados, algunos grupos de amigos prefieren no invitar a los vegetarianos o veganos para no pensar en su comida. Si estos asisten, pueden incluso lanzarse comentarios discriminatorios y chistes como “que fiaca comprar otra cosa”, “ya se traerá su hamburguesa de lentejas”, “acá está tu pasto”.

La discriminación alimenticia hace que personas con hábitos opcionales, forme nuevos grupos de amigos o evite ir a reuniones dónde serán cuestionados o ridiculizados.

En cuanto a los celiacos, los chistes no son tan frecuentes, pero la poca alternativa o la desconsideración, hace que en algunas reuniones se sientan excluidos. No son tenidos en cuenta a la hora de mezclar las tablas, los bowls o utensilios gastronómicos.

Para quienes no tienen ningún tipo de restricción o elección alimenticia, es frecuente pensar que es responsabilidad del comensal “diferente” hacerse cargo de su comida o separar los alimentos, sin embargo, con un poco de empatía se puede hacer sentir cómodo a un invitado y evitar la discriminación por su forma de comer.