Carolina Macedo: “La novela romántica nos hace escapar del estrés con que vivimos”

La publicación de tu primera novela fue un sueño cumplido, ¿qué significó esta vez el lanzamiento de La intensidad del Monzón?

Cumplir un sueño es un impulso para ir en busca de uno más. Muchas veces soñamos y ese deseo que esta latente parece tan lejano que lo dejamos pendiente. Hay una frase que dice que uno se vuelve viejo cuando deja de soñar y yo quiero seguir soñando.

La novela transcurre en varias ciudades, ¿las conocés? ¿por qué las elegiste?

Conozco la mayoría de las ciudades en las que se desarrolla la novela y por las otras solo tuve un viaje virtual. Algunas como París, Londres y Buenos Aires ya se recorren en la primera novela, las ciudades de India aparecen en la “Intensidad del Monzón” para mostrarnos las costumbres y circunstancias de vida de los nuevos protagonistas.

¿Cuáles fueron esta vez tus fuentes de inspiración y qué te interesa que el lector o la lectora se lleve de la experiencia de leer tu último libro?

La inspiración surge de vivencias, lugares que he visitado o que sueño conocer, situaciones de las que he sido testigo. Todo es producto de la observación y de la empatía que sentimos con eso que observamos, así lo cotidiano directa o indirectamente se traslada a la novela, como si fuesemos un filtro de emociones propias y ajenas.

Todo puede ser un disparador para imaginar una nueva historia. Creo que el deseo del lector es siempre el mismo: que el libro atrape, emocione y movilice. Yo escribo para sentirlo en carne propia y me gustaría que eso llegara al lector de mi novela.

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¿Por qué elegiste el género romántico? ¿sos una mujer romántica?

Escribo novelas románticas porque es lo que me gusta leer. Vivimos en una época de mucho estrés y este género nos proporciona un escape para esa vorágine.

Nos cuenta historias atrapantes, a las que seguramente no le faltan momentos de tensión, pero una característica de este género asegura un final feliz; eso nos permite disfrutar de la trama con la tranquilidad de que a pesar de todo ese final feliz llegará. Soy una mujer romántica que valora sobre todo los detalles que solo conoce quien sabe mirar al otro con amor e interés.

¿Seguís al frente de tu empresa exportadora? ¿En qué momentos escribís? ¿Cómo fusionás ambas tareas?

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Mi vocación hoy está dividida entre las letras y la gestión empresarial. Lo de escribir vino después, para completar una parte de mí que tenía y no había descubierto y se acopló sin dificultad a mi vida cotidiana. Cuando hacemos algo que de verdad disfrutamos siempre hay tiempo.

Escribir me ayudó a conectarme conmigo misma y me acompaña siempre, no hay horarios ni un lugar específico para que llegue una idea nueva. Mis hijas apoyan este proyecto y hasta lo fomentan.

¿Cómo es tu vínculo con Isabel Macedo? ¿es fiel lectora de tus novelas?

Somos primas, desde hace poco vivimos en la misma provincia. Tiene mis novelas pero deberías preguntarle a ella si las ha leído.