Es probable que en los últimos meses, al abrir diferentes redes sociales te hayas encontrado con una catarata de videos y posteos en los que usuarios relatan la experiencia de vida con diagnóstico de SIBO (sobrecrecimiento bacteriano en intestino delgado). Frente a este bombardeo de información, es posible que sospeches que esa hinchazón abdominal que aparece muchas veces después de comer pueda deberse a esta patología. ¿Pero lo es o solo estás demasiado expuesta a información sobre un diagnóstico de moda?
Lo primero a tener en cuenta ante una situación como esta es saber que no existe ningún test casero que nos permita llegar a la conclusión acerca de una enfermedad o sindrome si no cuenta con un estudio de los resultados por parte de un profesional de la salud.
Según los expertos de la Mayo Clinic, el SIBO se produce cuando hay un "aumento anormal de toda la población bacteriana en el intestino delgado, en particular de los tipos de bacterias que no se encuentran comúnmente en esa parte del tubo digestivo". Es común que este se presente como consecuencia de complicaciones en cirugías abdominales (como la de by pass gástrico), pero también puede aparecer asociada a la aparición de tejido abultado en el intestino o relacionada a enfermedades del aparato digestivo como la celiaquía, enfermedad de Chron o diabetes, entre otras.
Desde Mayo Clinic aclaran que el simple hecho de tener hinchazón abdominal o sensación de pesadez, no es síntoma suficiente para sospechar de la presencia de ese sobrecrecimiento bacteriano. Por eso, recomiendan visitar a un especialista siempre que este se presente junto a otros indicadores como las náuses, dolor abdominal, pérdida de apetito, descenso involuntario de peso, sensación de excesiva saciedad al comer, diarrea o estreñimiento.
En el caso de contar con algunos de esos síntomas de forma sostenida, existen dos métodos para realizar el correcto diagnóstico del SIBO. Al visitar a un gastroenterólogo, este podrá indicar una endoscopia, en la que se realizará un análisis del líquido presente en el intestino delgado. También podrá solicitar un test de aire espirado, para medir el nivel de hidrógeno o metano presente en el órgano.
El Dr. Fabio Nachman, jefe del servicio de gastroenterología de la Fundación Favaloro, explica en sus redes sociales que los profesionales también deben interpretar el test de aire espirado junto a examenes complementarios, ya que pueden existir muchos falsos positivos o negativos. "No es el gold standard (test de referencia) para el diagnóstico del sobrecrecimiento bacteriano, es un estudio con muchas falencias", asegura.
En el caso de que concluyan que existe SIBO, lo importante es que se elabore un plan de tratamiento personalizado, para definir qué alimentos son los que producen el malestar y poder recuperar la salud intestinal. El Dr. Nachman asegura que no es recomendable eliminar de forma permanente productos, solo se pueden quitar durante una o dos semanas y luego reintroducir lentamente en distintas cantidades. "Uno a cada paciente puede armarle una especie de traje a medida para que no se sienta mal", indica.
Las redes sociales nos permiten acceder a mayor cantidad de información y conocimiento útil que décadas atrás, pero es importante hacer un consumo con capacidad de distinguir entre los discursos que brindan los usuarios sobre experiencias personales y recomendaciones profesionales. De no hacerlo, se corre el riesgo de demonizar alimentos y nutrientes indispensables, por el simple hecho de haberse autodiagnosticado una patología que mencionó alguien en algún perfil personal y sin respaldo científico.
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