Ya sea por exceso de trabajo o por tener una rutina extremadamente agitada, a veces puede parecer imposible encontrar tiempo para cuidar la salud de la piel y cuerpo. Sin embargo, tomarse un tiempo para cuidarse, y eso incluye todo, desde meditar, hacer ejercicio o hacer cualquier actividad saludable que de placer hasta crear una rutina de cuidado de la piel, por ejemplo, es extremadamente importante para mantener los niveles de estrés.
Más que ponerse máscaras faciales y aplicar aceite o aumentar la hidratación, tener un día de spa significa relajarse y disfrutar de tu propia compañía, incluso mejor si contás con la ayuda de texturas y olores deliciosos.
Hacer esto en casa no solo ayuda a fortalecer la conexión contigo mismo, sino que también es una oportunidad para desconectarte de la rutina y prestar más atención a tus necesidades.
Paso a paso:
1. Prepará el entorno: organizar el lugar ideal es esencial cuando buscás relajarte, así que reservá un momento especial para este paso. Atenuá las luces, invertí en velas aromáticas (incienso o aerosoles ambientales), estos artículos tienen un gran poder para inducir la relajación y crear un ambiente acogedor.
2. Separá la ropa cómoda: vale la pena usar una bata suave o un pijama acogedor para ponerse después de la ducha
3. Dejá a mano los productos que necesitás: aquí puede encontrar de todo, desde productos para el cuidado diario de la piel y el cabello hasta sales de baño y cremas hidratantes para manos y pies.
4. Poné música de fondo: preferí música relajante o una que te traiga buenos recuerdos. En este momento todo es válido para relajarse. Y recordá, apagá tu teléfono celular.
5. Relajate: si tenés dificultades, respirá profundamente o intentá una meditación rápida.
Para comenzar, dejá caer unas gotas de aceite esencial de lavanda (disminuye la ansiedad y aumenta la concentración), en el piso de la ducha (el vapor hará que el aroma se extienda por el aire) antes de abrir la ducha o, si tenés una bañera en casa, tirate al agua o invierte en sales de baño. Exfoliá el cuerpo: comenzá este momento con una deliciosa exfoliación en el cuerpo. Aplique el exfoliante masajeando suavemente con movimientos circulares, centrándose en las áreas más difíciles. Este procedimiento eliminará todas las células muertas y limpiará suavemente la piel, dejándola fresca y energizada. Luego enjuagá bien la piel.
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Comenzá con el lavado habitual con champú y acondicionador y luego aplicá una máscara para el cabello, masajeando suavemente con la punta de los dedos: este proceso permite que los activos se absorban dejando su cabello sedoso, suave y brillante. Terminá el ritual aplicando un reforzador en la raíz para fortalecer el cabello y unas gotas de aceite ligero, como el aceite esencial de árbol de té, para dejar el cabello brillante. Hidratá tu cuerpo: después de bañarte, usa una crema hidratante y nutritiva para dejar tu piel suave. Aplicá con intención y voluntad, masajeando y despertando suavemente el cuerpo.
1. Humedecé la piel, aplicá una crema limpiadora o un jabón facial en la cara y el cuello con las yemas de los dedos, haciendo movimientos suaves y circulares, luego usa una almohadilla de algodón para limpiar suavemente la piel o simplemente enjuague la cara.
2. Humedecé tu cara y cuello, y con las yemas de los dedos, aplicá un exfoliante suave para eliminar las células muertas y las impurezas. Masajeá la piel con movimientos circulares, sin presión, evitando el contorno de los ojos y enjuagá bien.
3.Luego debes tonificar tu piel, tratá de usar una loción calmante para equilibrar, renovar y suavizar la piel. Humedecé una almohadilla de algodón o aplicá el producto en las palmas de las manos y frotalo sobre la cara, el cuello y el regazo, presionando suavemente.
4: Escogé una buena mascarilla, ya sea hidratante, nutritiva, purificante o energizante. Y luego enjuagá si es de este tipo o masajee el residuo en la cara si es del tipo de máscara de sábana.
5. Aplicá una pequeña cantidad de crema en el contorno de los ojos, extendela de adentro hacia afuera con movimientos ligeros y circulares para estimular el sistema linfático y reducir la aparición de bolsas y líneas. Luego aplicá la crema hidratante facial. Y no olvidés tus labios: aplicá un bálsamo para hidratar y suavizar la piel de inmediato.
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