La industria de la belleza está en busca de un esfuerzo para liberar al planeta de la contaminación. Desde hace un tiempo, distintas organizaciones ecológicas e instituciones gubernamentales, están enfocadas en promover campañas para que la elaboración de estos productos no genere residuos que puedan contaminar el medio ambiente, especialmente el mar. A su vez, las marcas buscan concientizar sobre las distintas acciones que podemos llevar adelante para lograr un mayor respeto por el ambiente en el que vivimos, además de cuidar nuestra piel.
Mientras que las empresas dedicadas a la fabricación de artículos de belleza, están trabajando en la actualización de fórmulas y envases que sean amigables con el medio ambiente, el movimiento Blue Beauty persigue el uso de cosméticos sostenibles que disminuyan los peligros arrastrados por el micro plástico. Según un informe del Fondo Mundial para la Naturaleza, entre 19 y 23 millones de residuos plásticos van a parar al mar cada año, afectando de manera negativa a todos los organismos de la cadena alimenticia marina.
En paralelo, las principales firmas se están sumando al compromiso de lograr un impacto positivo tanto en la sociedad, como en el medio ambiente: generando productos innovadores y respetuosos con el medio ambiente; ayudando a construir una mejor sociedad incentivando al conocimiento y la investigación; y contribuyendo a preservar el planeta.
La tendencia Blue Beauty pretende evitar que los desechos impacten en los océanos y la biodiversidad. Según un informe de National Geographic, la cantidad de recipientes de plástico de cosméticos estadounidenses aumentó más de 120 veces desde 1960, y casi un 70% de los residuos acaban en los vertederos. El mismo medio, estima que para el 2025, la cuota anual acumulada sería de 155 millones de toneladas métricas de plástico por cada pie de línea costera.
Siguiendo este movimiento, las principales firmas de belleza están incentivando a la reducción de plástico en sus productos, fomentando la distribución de cosméticos seguros para los mares, que minimicen la huella de carbono, con un proceso de fabricación positivo para el entorno. No obstante, firmas como Eau Thermale Avene, ISDIN y La Mer, están realizando sus embalajes con materiales reciclados, que pueden recargarse con el mismo producto, o reutilizarse para otra área.
La corriente Blue Beauty implica el empleo de ingredientes naturales para su fabricación, y que a su vez los productos elaborados sean beneficiosos para la salud. Los cosméticos que siguen esta tendencia no llevan químicos, ni siliconas, ni otros ingredientes sintéticos. En cambio, se prefiere la composición de fuentes renovables y fácilmente biodegradables.
at. Redacción Marie Claire
Galería de imágenes
Accedé a los beneficios para suscriptores
- Contenidos exclusivos
- Sorteos
- Descuentos en publicaciones
- Participación en los eventos organizados por Editorial Perfil.
Comentarios