El movimiento Slow llega a replantear hábitos que a lo largo de la vida, se han enseñado bajo los conceptos que la velocidad y rapidez en realizar las tareas, son sinónimo de inteligencia y cualidades que demanda el sector de reclutamiento laboral.
Carl Honoré, uno de los fundadores y promotores del movimiento Slow (lento) difiere del concepto de hacer las cosas rápido. Para el periodista canadiense Honoré, realizar cada actividad de forma lenta contribuye con la salud mental y ayuda a bajar un cambio en un mundo dónde todo se hace de forma veloz.
“Hacer malabares con cinco tareas a la vez parece muy moderno, eficaz, pero es imposible hacerlo. Genera un desperdicio cognitivo impresionante”, afirmó el líder del movimiento en Slow en una entrevista al medio de comunicación BluRadio. Honoré sostiene que la pandemia ha generado un cambio de conciencia y probablemente se valore más el concepto lento, que durante toda la vida ha sido sinónimo de cosas negativas.
Para el canadiense y autor del libro “Elogio a la Lentitud” publicado en el año 2004, estamos “corriendo por la vida en vez de vivirla”, invita a los lectores y seguidores del movimiento Slow, a abrazar la lentitud y adoptarla en todos las actividades, desde el ámbito laboral, familiar hasta incluso el sexual.
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