Cada vez más mujeres deciden renunciar a las expectativas tradicionales relacionadas con los hombres: nada de buscar al “príncipe azul”, ni citas, ni sueños sobre formar una familia. Iniciar una relación amorosa se ha vuelto tan complicado —y a veces peligroso— que muchas optan por excluirlo de sus planes de vida. Este fenómeno, que se originó en Corea del Sur, está ganando fuerza en otros países, especialmente en Estados Unidos, y se conoce como el 4B Movement. Este movimiento feminista extremo se basa en cuatro principios fundamentales (que comienzan con el fonema coreano “bi”, que significa “no”): no salir con hombres, no casarse, no tener relaciones sexuales y no tener hijos (salvo por inseminación artificial).
El 4B Movement nació en Corea del Sur en 2010, impulsado por mujeres de la generación Millennial que crecieron observando la violencia doméstica de sus padres hacia sus madres. En un país profundamente patriarcal, los videos en TikTok evidencian cómo las mujeres trabajan dentro y fuera del hogar mientras los hombres se quedan cómodamente despreocupados. Las jóvenes surcoreanas rechazan las expectativas de sumisión que la sociedad les impone, pero lo hacen de una manera diferente al feminismo tradicional: en lugar de tratar de cambiar la mentalidad machista, han decidido ignorarla por completo, evitando cualquier vínculo que pueda intoxicarlas. Dado que es imposible saber desde el inicio de una relación qué tipo de hombre se tiene enfrente, prefieren alejarse de todos.
Esta postura también implica un rechazo a los rígidos estándares de belleza de Corea del Sur, donde el cuidado de la piel pasó de ser un placer a una obligación. Muchas mujeres del movimiento buscan liberarse de la presión estética y, al mismo tiempo, honrar la lucha de sus madres. En 2018, el movimiento alcanzó su auge con protestas masivas en Seúl contra el feminicidio, el revenge porn y los casos de abuso sexual en citas. En Corea también es común el delito de Spy Cam, donde cámaras ocultas graban a mujeres en baños públicos o vestuarios, y los culpables suelen recibir penas leves o incluso no ser procesados. Mientras tanto, las contradicciones del sistema judicial quedan al descubierto: una mujer fue condenada a 10 años de prisión por compartir en redes sociales la foto de un modelo desnudo sin su consentimiento.
Este fenómeno, que inicialmente parecía una curiosidad asiática, ha captado la atención en Estados Unidos tras la reelección de Donald Trump. Muchas mujeres, furiosas y desilusionadas por el apoyo masculino hacia un candidato acusado de abusos sexuales y responsable de la revocación de derechos reproductivos, comenzaron a buscar información sobre el movimiento. En redes sociales, algunas ironizan con comentarios como: “¿No quieren que tengamos aborto seguro? Entonces, ¿por qué no simplemente darles el gusto y cerrarles las puertas?”
Las defensoras de la versión estadounidense del 4B Movement promueven la renuncia a los hombres hasta que las cosas cambien. “Hemos hecho durante siglos todo lo que los hombres querían, y aún así nos odian. Ahora, solo haremos lo que queremos”, afirmó una mujer entrevistada por CNN. Así, mientras Trump pueda haber alimentado conflictos en Medio Oriente y Ucrania, también ha desatado uno aún más global: el enfrentamiento entre mujeres y hombres.
Fuente: MC Italia
at redacción Marie Claire
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