Friday 8 de November de 2024

SOCIEDAD | 18-08-2021 20:00

Adicciones y pandemia: un cóctel explosivo

Analizamos uno de los principales desafíos que enfrentará la “nueva normalidad”: las secuelas del confinamiento en personas adictas a sustancias (legales e ilegales).

La llegada de la pandemia de coronavirus, con el consecuente proceso de cuarentena y aislamiento social impuesto como mecanismo de contención del nivel de contagios entre la población, supuso la puesta en marcha de un proceso disruptivo que afectó de manera significativa la forma en que vivimos.

De un día para el otro tuvimos que cambiar nuestra forma de sociabilizar, de estudiar, de relacionarnos; todas situaciones que han impactado en mayor o menor medida, en nuestra salud física y mental.

Adicciones
El aumento del consumo problemático de sustancias incluye a las legales y a las ilegales.

Un nuevo panorama

“Las secuelas del confinamiento a nivel de salud mental recién están comenzando a estudiarse. Sin embargo, como seres sociales que somos, indudablemente el aislamiento ha calado hondo en nuestra forma de vincularnos y en nuestra psiquis. No deberá parecernos extraño que, con el correr de los años, haya más diagnósticos de ansiedad generalizada, depresión, consumos problemáticos y dificultad para relacionarnos”, explica Paola Maldonado, licenciada en Psicología y miembro de la Red de Asistencia a las Adicciones de la provincia de Córdoba.

En este contexto, una luz de alarma se encendió entre los especialistas en adicciones, quienes comenzaron a hacer foco en el impacto que este desajuste emocional podría provocar en la relación entre los individuos y el consumo de sustancias lícitas e ilícitas.     

En el campo de las adicciones, es frecuente que los pacientes transiten por varios tratamientos, signados por avances y retrocesos, y con una complejidad que demanda la interacción multidisciplinaria.


“Los sujetos que tienen un consumo problemático de sustancias suelen tener una estructura psíquica lábil, y por lo tanto son muy susceptibles a las situaciones de inestabilidad. Se trata de individuos a los que les cuesta lidiar con la frustración y suelen presentar altos niveles de ansiedad e inestabilidad emocional”, explica la Licenciada en psicología y especialista en adicciones, Gabriela Blondeau.

"La pandemia es un hecho traumático que aún no hemos podido evaluar en toda su dimensión, que ha ocurrido en todo el planeta, y que ha influido negativamente en las personas, principalmente por la incertidumbre que genera el encierro, la falta de contacto social, el miedo al contagio y la muerte, propia, o de nuestros seres queridos. En el marco de este hecho sin precedentes, que tiene fuertes consecuencias en la estabilidad emocional de las  personas, especialmente en su estado de ánimo, algunos estudios iniciales dan cuenta de un incremento en el consumo de sustancias, especialmente de alcohol, marihuana y cocaína. Y también ha comenzado a darse algo de lo que se habla muy poco: la adicción a la tecnología, que paradójicamente, es la que nos está permitiendo mantener lazos, trabajar y entretenernos”, agrega la profesional.

 

Nuevas y mayores adicciones

Coincidiendo con este análisis, Maldonado afirma que se ha “comenzado a detectar un incremento en el consumo de sustancias, tanto en lo relativo a frecuencias como a cantidades. Detectamos un aumento del consumo de sustancias legales, como el alcohol o el cigarrillo; seguido de un uso no indicado de psicotrópicos; todo esto signado por las características propias del aislamiento: miedo en torno a la enfermedad y la muerte, incertidumbre, ansiedad, e incremento de la conflictividad familiar derivada del proceso de encierro que supuso la cuarentena”.

No obstante, ambas especialistas destacan un aspecto positivo: más allá de la cuarentena, que obligó a suspender en ocasiones los encuentros presenciales, muchas personas pudieron iniciar y sostener en el tiempo sus tratamientos.

En el campo de las adicciones, es frecuente que los pacientes transiten por varios tratamientos, signados por avances y retrocesos, y con una complejidad que demanda la interacción multidisciplinaria. La pandemia ha reforzado esta dinámica, y ha empujado, por decirlo de algún modo, a la creación y puesta en marcha de nuevas estrategias de contención.

“Estudios iniciales dan cuenta de un incremento en el consumo de sustancias, especialmente de alcohol, marihuana y cocaína. Y también ha comenzado a darse algo de lo que se habla muy poco: la adicción a la tecnología”, Gabriela Blondeau, psicóloga especialista en adiciones.

 “Al principio del confinamiento algunos pacientes fueron reticentes a realizar el tratamiento de manera virtual, sobre todo por una cuestión de privacidad, ya que muchos comparten su vivienda con otra persona y eso les generaba incomodidad. Con el correr del tiempo esto se fue revirtiendo, y fuimos encontrando otras maneras de vincularnos y de continuar con el proceso terapéutico. Y aunque el encuentro virtual de ninguna manera reemplaza al personal, tiene sus beneficios. Tanto la instancia virtual como la presencial son válidas, la apreciación depende de cada paciente y cada analista”, explica Blondeau.

Por su parte, Maldonado indica que se detectó un aumento “de las solicitudes de tratamiento en las distintas instituciones, y que fue regular y similar en todas las franjas etarias y géneros, por supuesto con los conflictos y particularidades de cada caso”.

“Desde las instituciones destinadas al tratamiento del consumo problemático de sustancias se trató de sostener la atención -aunque sea de forma virtual-, de responder a las demandas, de proseguir con los procesos ya iniciados; y por momentos, incluso, tuvimos que modificar los encuentros grupales, realizando sesiones individuales con el fin de no suspender la atención. Y si bien la virtualidad, de ningún modo reemplaza a la presencialidad, nos ha permitido seguir llegando a cada paciente, responder oportunamente a sus demandas de asistencia, y brindarles herramientas para afrontar el encierro, con todo lo que ello implica, sin recaer en el consumo", afirma Maldonado y concluye:

"Sobre todo, lo que es más importante aún, pudimos seguir acompañando y sosteniendo, mediante la implementación de diversas estrategias, como un ser humano que acompaña y contiene, a otro ser humano que sufre”, concluye Maldonado.

at Gabriela Semmartin

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