Meghan y Harry de Inglaterra continúan con su plácida vida en Los Ángeles, alejados de los focos mediáticos. En Estados Unidos disfrutan de su hijo, que a sus 14 meses está adorable y despierta la mayor de las sonrisas en sus padres.
La educación de su primer hijo es asunto capital en los duques de Sussex y no están solos en esto. Tienen un enorme apoyo en esta tarea, que no es otro que el de la abuela del bebé: Doria Ragland. La madre de Meghan está como loca con su nieto y se ha volcado en su cuidado.
Tanto es así que pasa largas temporadas en la casa de Beverly Ridge States, una mansión propiedad de Tyler Perry, donde actualmente viven su hija y su yerno.
Los medios de comunicación británicos siguen muy pendientes de los pasos de los Sussex y ya hay varias informaciones que apuntan a que Doria está ejerciendo de niñera improvisada. Todavía conserva la mano izquierda de sus tiempos como asistente social, punto extra a su favor. Dos son los pilares que sigue esta orgullosa abuela: lectura y comida orgánica a diario.
Doria Ragland no escatima en atenciones para Archie. Todas las mañanas se levanta para leerle y empezar de esta manera a educarle. La alimentación es el otro gran pilar. Todo ha de ser orgánico, esto es, alimentos que han sido producidos sin productos químicos y procesados sin aditivos. Por ejemplo: vegetales (verduras, frutas, brotes); carnes (huevo, pollo, pavo, etc) cereales y mermeladas, por citar algunos.
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Uno de los motivos por los que la abuela del niño está plenamente dedicada a tal fin es porque Meghan Markle no confía en demasiada gente, su círculo de amigos íntimos, familiares directos y poco más. Ella es además el mejor apoyo de la exintérprete. Cuando tomó la decisión de dejar la Familia Real y establecerse en Norteamérica, la apoyó firmemente: "estaba realmente preocupada por Meghan... y se siente aliviada de que su hija ponga primero su salud mental y su bienestar, de que sea fiel a sí misma y de que tome el camino menos transitado".
Esta ayuda de Doria Ragland es una auténtica bendición para Meghan Markle y así se lo ha comentado a sus amigas: "Mi madre es una gran ayuda con el bebé y me socorre mucho en su cuidado cuando tengo que salir a cumplir algunos recados", confiesa. Lo mismo piensa el padre de la criatura, que está encantado con que su suegra viva con ellos: "Harry se ha acercado mucho a Doria, así que fue receptivo a la idea de vivir con su suegra, él lo decidió y lo aceptó", informa una fuente cercana al matrimonio.
at Redacción Marie Claire
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