Adolescente: dolescencia proviene -del latín adolescencia ad: a, hacia + oloscere: significa la condición o el proceso de crecimiento. En castellano el origen de adolecer (se) nos lleva a la palabra 'sufrimiento'.
De por sí, el adolescente es un sujeto que está ligado a padecer.
¿Desde siempre?
Sí, debido a que es en la adolescencia donde se produce una crisis entre el niño que fueron y lo que desean ser, acompañado por cambios hormonales y el encuentro con el nuevo cuerpo. Piera Aulagnier considera a la adolescencia como un un tiempo de transición, un tiempo de “tareas reorganizadoras”. Se comienzan a encontrar con lo desconocido, y eso asusta, los hace cuestionarse, tener miedos, y por otro lado creer que pueden con todo lo que se propongan. Es un momento de reflexión consigo mismos. Los padres para el adolescente dejan de ser a sus ojos los valores de referencia, no prestan atención a sus palabras como lo hacen a la de sus pares.
¿Qué pasa hoy en este estado de aislamiento?, -que no debemos olvidar que solo es un aislamiento físico y no social, ya que Internet permite seguir sosteniendo lazos sociales. Redes sociales como Instagram, TikTok, juegos de PlayStation online, son algunos de los más elegidos por los adolescentes.A pesar de poder continuar comunicándose con su grupo de pertenencia, se sienten ESTRESADOS, esto se debe a que están siendo privados de su libertad, el todopoderoso monstruo del adolescente. El estrés puede surgir de muchas situaciones, pero particularmente en este caso, se debe al encierro y aislamiento físico de su grupo de pares.
Luego de una encuesta realizada a un grupo de adolescentes del mismo grupo etario y región, la mayoría coincidió en que su tristeza se debe al no poder tener contacto físico con sus amigos, y que lo primero que quisieran hacer cuando la cuarentena termine es poder juntarse en una casa a disfrutar en compañía Como padres son datos que no deben escaparse de su alcance, puesto que desde el punto de vista psicológico el adolescente ya carga con una crisis propia de su edad, por lo tanto, si lo ven tristes, aislados, sin ganas de hacer, también es necesario permitírselo.
El adolescente merece ser escuchado, no buscando la confrontación y tan solo pudiendo entender que, si bien esto afecta a todos los integrantes de una familia, al adolescente se le suma un plus de displacer. Muchos de ellos optaron por contestar que el día “lo viven según como se despierten”, que hay días que “extrañan ir al colegio y todo lo que ello implica”. En palabras “agotada mentalmente, estar encerrado con la cabeza de uno es medio un garrón” Y otros días ni siquiera quieren comunicarse con sus pares, simplemente porque no sienten ganas de hacer nada. Se presenta entonces aparejado a este estrés de encierro, trastornos del sueño, angustia, desanimo, tristeza respecto de cómo será el futuro. Acompañarlos cada uno desde su lugar, sin invadir su espacio es la mejor manera de atravesar este momento.
Lic. Finocchio Gisele (Psicóloga UBA)
at Fernando Gomez Dossena
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