Una vez curadas, ciertas enfermedades dejan a veces graves consecuencias. Este parece ser el caso del covid-19. "Las posibles secuelas son secundarias a ataques específicos de infección viral y al desbocamiento del sistema inmune (hablamos de tormenta citoquínica), pero también a las complicaciones" no específicas "del síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA), inmovilidad y estadías prolongadas en cuidados intensivos ", especifica la Alta Autoridad para la Salud de Francia.
Por lo tanto, el síndrome de dificultad respiratoria aguda puede mutar "a insuficiencia respiratoria restrictiva debido a la debilidad de los músculos respiratorios". Investigadores del Hospital de la Universidad George Washington en los Estados Unidos demostraron, a través de un video 3D publicado el 26 de marzo, el daño que pueden sufrir los pulmones. "Cuando esta inflamación disminuye, deja cicatrices en los pulmones. Puede afectar la capacidad del paciente para respirar en el futuro", dijo el Dr. Keith Mortman, jefe de cirugía torácica. La fibrosis pulmonar es una de las consecuencias a temer. Esta patología da como resultado una alteración del tejido pulmonar que envuelve los alvéolos. Al endurecerse, hace que se retraigan y, por lo tanto, la falta de oxígeno. "Los estudios han revelado que los sobrevivientes de formas graves de SARS 2003 (otro coronavirus) tuvieron secuelas pulmonares persistentes de hasta 15 años de evolución", dice HAS.
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"Los pacientes que salen de esta hospitalización curados de la infección, a veces después de largas semanas, con frecuencia pueden presentar alteraciones más o menos graves, especialmente respiratorias, cardiovasculares, neurológicas, neurocognitivas, musculoesqueléticas. El desafío es recuperarse lo mejor posible con los menos efectos secundarios posibles ", explica el documento.
En el hospital, HAS recomienda un "programa de rehabilitación que reúne a diferentes profesionales y tiene en cuenta la fatiga significativa de estos pacientes que sufren de COVID-19 y su tolerancia". Para el regreso a casa, recomienda que ciertos actos de reeducación y rehabilitación puedan llevarse a cabo mediante teleconsulta "o con programas de auto ejercicio previamente enseñados al paciente y supervisados de forma remota", en caso de que el paciente pueda ser contagioso.
Por otro lado, "la intervención del fisioterapeuta se requiere cara a cara si su ausencia puede causar una pérdida de salud para el paciente", dijo. Finalmente, "según las necesidades del paciente, el HAS ofrece continuar tanto como sea necesario en fisioterapia respiratoria, monitoreo nutricional y atención psicológica". Esta última aclaración se refiere a personas que pueden desarrollar un trastorno de estrés postraumático después de haber pasado largas semanas en la unidad de cuidados intensivos.
at Redacción Marie Claire
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