Vegana, fanática de la moda circular y activista, así Liz Solari fuera de la pantalla

Después de más de dos décadas en la industria y tras haber recorrido un largo camino, Liz Solari confiesa estar en una etapa de mayor madurez en su vida. Después de celebrar su cumpleaños de 40 el 18 de junio, en lugar de temer al paso del tiempo, disfruta de su momento más pleno. La actriz afirma encontrarse en una fase de equilibrio y tener claridad para elegir el estilo de vida que desea llevar.
En este nuevo capítulo personal, dio un giro y se instaló en Córdoba junto a sus dos adorables perras rescatadas, Ita y Frida. Con su ferviente defensa de los derechos de los animales y del medioambiente, parece haber logrado el balance perfecto entre su apasionado activismo y su carrera actoral.

Actualmente, Liz se encuentra en Madrid trabajando en la producción de un nuevo documental. Pero antes de eso, viajó a Montevideo para grabar la nueva serie de Amazon Prime Video titulada Barrabrava, que se estrenó el 23 de junio. En esta producción, comparte protagonismo con Gustavo Garzón y Gastón Pauls.

Un nuevo desafío actoral

Con visión del papel de la mujer en un mundo futbolero tan profundamente dominado por los hombres y marcado por el machismo, la actriz supo darle vida a un polémico personaje. “El rol de Celeste, que creé, tiene muchas conexiones con mi propia experiencia y vivencias. Como hermana de un futbolista e hija de un director técnico de fútbol, fui testigo y viví en carne propia el mundo del fútbol. Crecí cerca de un semillero donde se formaron numerosos futbolistas que ahora juegan en distintos equipos. Para mí, fue muy interesante desarrollar este personaje, ya que tenía muchas herramientas cercanas basadas en mi experiencia personal. Celeste es una mujer poderosa, pero también tiene una historia propia.

Ella creció cerca de este club, en contacto con los futbolistas, y está casada con un futbolista. Lo que me resultó fascinante fue explorar la evolución de su personaje, mostrando hasta dónde puede llegar una mujer que, después de dejar muchas cosas de lado para seguir a un futbolista, regresa a su lugar de origen y se enfrenta al conflicto de redefinir su identidad. ¿Quién soy yo en este momento? ¿Qué quiero hacer con mi vida? ¿Qué me motiva ahora después de toda la gloria y brillo que conlleva viajar y conocer nuevos lugares? Es como un retorno a sus raíces”, explica.

Afianzada con su presente y sobre todo con la lucha feminista, Liz destaca la importancia de la presencia de mujeres en el mundo futbolero. “Veo a la mujer en la actualidad, especialmente en un mundo tan machista como el del fútbol, considero que ha habido avances significativos. Aunque todavía existen desafíos y desigualdades, cada día se integra más la presencia y el valor de la mujer en este ámbito. Puede ser parte activa de este mundo y contribuir de manera destacada en diferentes roles y posiciones. No obstante, aún queda un largo camino por recorrer para lograr una verdadera igualdad de género y erradicar el machismo arraigado en muchas áreas de la sociedad”, sentencia.

 

Compromiso con seres sintientes

Liz es una defensora de los derechos de los animales y trabajó incansablemente para fomentar un proyecto de ley que busca modificar el Código Civil y Comercial Argentino. Su objetivo es lograr el reconocimiento de los animales como seres sintientes, sacándolos de la categoría de cosas. Con su dedicación y compromiso, ha sido una voz importante en la lucha por garantizar el bienestar y la protección de nuestros compañeros no humanos, impulsando cambios significativos en la legislación argentina.

“Hace aproximadamente tres años, tuve la inspiración para crear este proyecto de Ley. En el año 2023, es inadmisible que nuestro código civil aún considere a los animales como cosas. Estamos avanzando hacia una sociedad que busca evolucionar en el trato hacia la mujer y hacia la naturaleza, reconociendo a los animales como seres sintientes con los que compartimos el planeta”, explica.

En ese mismo camino, Solari sostiene que esto, además de un cambio gubernamental, ya es un paradigma social. “Se ha expandido fuertemente la conciencia sobre el hecho de que los animales son seres sintientes. Cuando la gente se entera de la existencia de un proyecto de ley que busca reconocer esta condición, se genera un interés y una preocupación crecientes. Esto demuestra la necesidad de que los animales sean considerados y protegidos más allá de su papel como meras posesiones. Es importante destacar que no solo forman parte de las familias, sino que también desempeñan roles significativos en otros aspectos de nuestra sociedad. Reconocer su condición de seres sintientes es un paso crucial hacia una legislación que refleje una mayor empatía y respeto por todas las formas de vida”.

 

Compromiso de moda

En cuanto a los avances en la industria y la moda, Solari destaca el progreso en Buenos Aires, convirtiéndola en una ciudad con una amplia variedad de opciones y restaurantes veganos y vegetarianos. Además, menciona la iniciativa hacia la moda lenta y circular, con diseñadoras como Stella McCartney liderando el camino. El apoyo de grandes diseñadores y marcas a esta evolución es alentador.
“Considero que el verdadero poder está en manos de la gente. Cuando la sociedad comprende el concepto y se compromete, es cuando se producen los cambios más significativos”, dice.

Durante los últimos tres años, ha trabajado en la producción de un documental que aborda el uso de pieles en la industria de la moda, exponiendo los oscuros secretos detrás de ella. Es crucial discutir y visibilizar estos temas para crear conciencia sobre las consecuencias de nuestras elecciones de consumo. La transformación hacia una industria de moda más ética y sostenible es posible y depende de cada uno tomar decisiones informadas y responsables.  Estas son cosas que se esconden del conocimiento de la gente porque la gente misma cuando se entera no quiere consumir ese tipo de productos, entonces yo creo que ya llegamos en un momento donde tenemos que reconciliar la ética la sustentabilidad tienen que ir de la mano, no podemos hablar de sustentabilidad y omitir, el trato ético a otros seres vivientes humanos y de animales existe el momento y creo que está sucediendo”.

Una filosofía de vida

Liz, además de su lucha en defensa de los derechos de los animales, es una activista y educadora comprometida con promover un estilo de vida que excluya el consumo de alimentos de origen animal. En sus propias palabras: “El veganismo va más allá de ser simplemente una dieta, es una filosofía de vida que abarca diversos aspectos. No se trata de seguir un camino único, sino de invitar a cada persona a dar un paso adelante desde donde se encuentre y considerar lo que sea posible para ellos”, detalla.

Solari destaca que no es necesario adoptar el veganismo en todos los aspectos para iniciar cambios significativos. Por ejemplo, alguien puede optar por dejar de consumir pieles y elegir productos derivados de plantas, sin necesariamente adoptar el veganismo en otras áreas de su vida. “El veganismo se basa en el respeto y la no explotación de otros seres sintientes, abarcando la alimentación, la vestimenta, las decisiones laborales, el turismo, los medios de transporte y las compras, entre otros aspectos”, añade.
Según la activista, el veganismo es un pilar importante pero no limitante. Reconoce la existencia de otros pilares y respeta la libertad de cada persona para encontrar su propio camino y tomar decisiones conscientes acorde a sus valores y principios. Lo esencial radica en comprender la importancia de respetar a todos los seres vivos y buscar alternativas éticas en nuestra forma de vida.