El yoga consiste en "la realización de ciertos movimientos y posiciones, como también en la aplicación de técnicas de respiración, relajación y meditación". Para practicarlo, se recomienda acudir a un profesor, que utilizará esta técnica para ayudarte a mejorar tanto la salud física como la mental. Este consejo fue el que siguieron los padres de Anabella Landa, más conocida como Annie Moves, al contratar un instructor cuando ella tenía apenas 12 años. Si bien la joven aprendió esta técnica en su casa, luego de estudiar publicidad, marketing y relaciones públicas, se certificó como yoga trainer a sus 25 años, en la disciplina power vinyasa.
Durante la pandemia de coronavirus, Annie Moves completó su formación en yoga desde el balcón de su departamento de Miami. Gracias a las redes sociales, la joven de 25 años aprovechó para inclinarse hacia su verdadera vocación y hoy en día triunfa dando clases que permiten conocerse a uno mismo y a su propio cuerpo, ya sea a través de posturas o de la capacidad de respiración.
Es una de las instructoras más solicitadas por combinar sus prácticas de yoga con entrenamientos funcionales. Annie tuvo el honor de conocer a Dua Lipa como su entrenadora personal.
Mientras organiza sus propios eventos de yoga en España, Colombia, México y varios países del mundo, Annie Moves estuvo en diálogo con Marie Claire digital y habló sobre su carrera y su pasión por el yoga.
- La gente te conoce como Annie Moves, ¿qué es el movimiento para vos?
Annie: Cuando empecé y estaba haciendo un ‘brainstorming’ de ideas, para elegir un nombre para este movimiento sobre el yoga y poder así compartir mis prácticas, mis posturas, elegí el nombre Annie Moves. Ahora viendo para atrás, me da mucha risa porque lo pienso y no he parado de moverme. Si bien empecé en Miami con mis clases, ahora estoy trabajando en eventos en distintos países. Y creo que el movimiento para mi es esencial, en el ejercicio, en el yoga, en mi vida. Me gusta mucho el cambio, porque soy una persona que le gusta el reto y siempre fui muy flexible, en mi mente y en la forma en que me adapto a cualquier situación.
- ¿Cuándo fue que empezaste a incursionar en el mundo del yoga?
Annie: Empecé hace muchos años con mis papás en Venezuela. Ellos comenzaron a practicar yoga cuando yo tenía unos 12 años. Literalmente una profesora venía a casa y nos daba clases privadas. Así que aproximadamente a esa edad comencé a incursionar dentro de este mundo. También desde muy chica practiqué ballet, gimnasia rítmica, flamenco, y fui muy deportista; entonces noto que el movimiento desde siempre fue esencial. Una cosa llevó a la otra, en los últimos años especialmente en pandemia, puse el foco en el mundo del yoga y empecé mi formación como instructora.
-¿En qué rama del yoga te sentís más cómoda?
Annie: El yoga tiene muchas ramas, pero los llamaría ‘mandamientos’: la respiración, los asanas, la espiritualidad, los mantras, etc. No te podría decir que me siento más cómoda en una, porque el yoga es un conjunto de todas. Definitivamente creo que fue muy interesante, especialmente éste último año, depender mucho de mi espiritualidad, practicar la meditación. Siento que esto fue lo que me dio estabilidad y donde encontré mucho confort.
-Sos embajadora de una marca de ropa deportiva, ¿qué lugar tiene la moda en tu vida?
Annie: Actualmente estoy trabajando con Alo Yoga y te puedo decir que me encanta todo lo relacionado a la moda, especialmente a lo que es sustentable y consciente. Soy una persona que le encanta vestir con colores, por ejemplo, cada mañana cuando elijo mi outfit y mi mat de yoga, tiene un impacto en mi práctica y me pone re muy buen humor. Es lo que define mi primera actitud cuando me levanto. Hay personas que no piensan en eso, pero para mí tiene un impacto positivo.
-En redes sociales dejás siempre en claro que “la respiración es todo”, ¿por qué?
Annie: La respiración en el yoga (y en la vida) es todo. Yo creo que cuando uno piensa en la respiración, automáticamente conecta con el cerebro y empieza a prestarle atención, además de respirar mejor. Es una práctica que tiene un impacto muy positivo en tu vida, en muchos niveles, porque está conectada a nuestro cerebro, nuestro sistema nervioso y literalmente es lo que maneja nuestro cuerpo, nuestro estado de ánimo y emocional. Creo que mi misión es convencer a la gente que me rodea de que debemos prestarle más atención porque es algo que nos puede ayudar a sanar muchas cosas.
-¿Creés que existe algún tabú del yoga que merece desmentirse?
Annie: Cien por ciento. La gente cree que para hacer yoga debes ser flexible, y la flexibilidad vive en tu cabeza, en tu cerebro y es algo que se trabaja y es completamente posible para cualquier persona. El yoga no es solo algo físico, es una práctica muy personal y beneficiosa para todos. Es muy común que cuando empieza alguien nuevo, crea que nunca va a poder hacer esto, pero a medida que se va descubriendo, va desbloqueando esos canales energéticos que llevamos adentro, y es impresionante lo que se puede llegar a lograr. Lo peor que te puede pasar es que no te guste la clase, y lo mejor es que pueda cambiarte la vida.
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